Primer Especial "San Valentín" (Guissel x Ez)

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Ay… San Valentín ¿Qué hermosa fecha verdad? A muchas personas las rechazan, las parejas se separan, todos salen a gastar como locos en regalos, chocolates y la chingadera ¡Desde aquí se siente el olor a estrés, nervios, sufrimiento y carteras vacías!… Me encanta.

Aunque claro está que ese es el caso promedio del día de San Valentín, porque están los casos especiales dónde sí se corresponden sentimientos, dónde las carteras no sufren y dónde las parejas no se separan.

Hoy hablaremos de un caso completamente promedio.

El individuo que veremos en este día será ni más ni menos que el mismísimo jefe de la guardia Absenta: Ezarel.

Este ser extraño, sarcástico, intocable, irritante, amante de la miel, indeciso, irónico, actor de comerciales de shampoo, hincha pelotas, sobornable, aprovechado y muchos otros insultos, se había, como decirlo… ah sí enamorado.

Este acontecimiento que se da cada 200 años sucedió de una vez, con una "humana idiota", que ustedes ya saben quién es porque es la etiquetada y su nombre aparece en el pinche título, pero igual lo repito, su corazón fué robado por una humana llamada: Guissel.

Extrañamente, al elfo no le molestaba su presencia, de hecho, le encantaba que estuviera cerca; tampoco le disgustaba que ella lo tocara, aunque nunca lo admitiría claro está, pero ocasionalmente, se hacía el distraído o el torpe solo para tocarla un poco

Tenía celos de Nevra, solía pasar bastante tiempo con ella y le coqueteaba descaradamente. También le molestaba perder de vista sus hermosos ojos cafés.

Envidiaba a Valkyon, su jefe de guardia, y todo el tiempo que pasaba con ella, aunque solo fuera entrenando. Quería escucharla tanto como lo hacía Leiftan, su consejero y confidente.

En resumen, quería estar todo el tiempo posible con ella y ser su primer apoyo, el primero al que fuera a acudir si algo iba mal, el único que pudiera coquetearle, el que la abrazara en las noches frías, o en palabras más cortas y menos poéticas, quería ser su pareja.

Cómo ya dije, esto es un caso completamente promedio, por ende, nuestro amo-odiado elfo estaba hecho un auténtico manojo de nervios.

Es el día del amor y la amistad, el día más cliché para declararse, en serio ¿De todos los putos días del año no podía elegir otro que no fuera ese? Digo, si te declaras en San Valentín es como ponerle un aniversario a tu fecha de rechazo ¡QUÉ TODO EL MUNDO FESTEJA! Pero todos aquí sabemos que el elfo es pendejo y que, evidentemente, iba a declararse el día más cliché del año.

Salió de su habitación más decidido que antes, pero aún hecho un manojo de nervios.

Toda la seguridad que tenía se fué a la loma del orto cuando se puso a pensar en que regalarle.

Por su cabeza pasaban miles de opciones que iba descartando a la misma velocidad que aparecían, o sea, a la velocidad de la luz.

Creo que su cerebro se quemó de ta tanto pensar

— ¡Ez! — dijo el prostituto de la esquina, alias: Nevra, mientras ponía una mano sobre su hombro.

— ¡PUTA MADRE! — gritó el orejudo debido al cagaso que le dió el vampiro.

— ¡Ehhh! ¡Tranquilo! — dijo el chupa sangre mientras levantaba las manos en señal de inocencia. — ¿Todo bien? —. El elfo pasó su mano desde su frente hasta su cuello, estirando la piel del rostro ligeramente. Si traducimos ese gesto a palabras textuales sería algo como: "Ya no soy Ezarel, soy un manojo de nervios y estrés andante".

— No — dijo simple y nervioso el elfo.

— ¿Qué ocurre? — inquirió la puta barata.

— ¿Qué le regalarías a quien te vas a declarar? — preguntó impaciente.

— Depende ¿Quién es? — preguntó Nevera curioso y con una sonrisa pícara. Ezarel se quedó callado, estaba reflexionando que tanto necesitaba ese consejo realmente.

— Guissel — dijo al final. En serio necesitaba ese consejo.

— Pues… ¿Unas rosas? —. A Ezarel se le prendió la lamparita encima de su cabeza, obviamente no iba a seguir el consejo del vampiro, está bien que declararse en San Valentín era cliché, pero no quería llegar a tales niveles de clichelismo en un solo día.

— ¡Gracias Nev! — dijo y se fué corriendo rumbo a las tiendas.

Primero pasó por un puesto donde vendían unas joyas hermosas y a un buen precio. Eligió una sencilla, una cadenita con una piedra roja en forma rectangular.

Luego se fué hacia su otro destino, una florería, y tras escojer un lindo ramo de lirios, también rojos, se fué en busca de su amada.

La buscó por un buen rato, hasta que finalmente, la encontró.

— ¡Guiss! — gritó emocionado.

— ¡Ez! — dijo ella con una sonrisa.

Él se acercó a paso acelerado, extremadamente sonrojado y nervioso, más que antes.

— ¿Y esto? — dijo Guiss con una sonrisa mientras apuntaba a las cosas que cargaba el elfo.

— Ehhhh… Yo… — dijo más rojo que las flores el elfo.

— ¿Tuuuu…? — inquirió Guiss. El elfo le tendió las cosas un tanto brusco.

— Son para tí — dijo del mismo color escarlata que antes y miró al piso.

— Oh, gracias — dijo Guiss rojita y con una sonrisa, mientras acomodaba un mechón de su hermosa cabellera castaña que le jodia el momento.

— Guiss yo… tengo algo que decirte — dijo nervioso.

Un corazón va a romperse.

— Dime — sentenció Guiss. Ezarel inhaló.

— ¡Me gustas! Y… si yo también te gusto, me encantaría ser… tu pareja… — dijo tiernamente y avergonzado. Guiss se quedó unos minutos en shock, minutos que le bastó a Ezarel para intentar irse.

Guissel al ver sus intenciones habló.

— También me gustas — dijo con una sonrisa y, finalmente, pegó sus labios a los de él… un momento ¿¡LE DIJO QUÉ SÍ!? A LA MIERDA, que buen giro de los acontecimientos.

Ezarel tenía los ojos desencajados por la sorpresa, pero poco a poco, se fué dejando llevar por los labios de la chica que hace tiempo lo traía demente, se dejó llevar por su sabor dulce, por su textura suave y su forma tan armónica de moverse.

Es increíble como tres palabras y una acción pueden hacer que un caso de San Valentín promedio en un caso San Valentín especial.

Pero sigue siendo San Valentín, y en esta historia si hay un caso promedio y un corazón roto.

Ewelïn.

La elfa miraba la escena llorando y presionando fuertemente el tarro de miel que llevaba para el elfo.

Se fué corriendo hacia su habitación a llorar en paz.

Pero, ¿A quién le importa? Es un caso promedio de San Valentín, es algo que le pasa a miles de personas, el hecho de que sea ella no lo hace especial.

Volviendo con el caso especial de este día; la hermosa y reciente pareja se separaron y se miraron.

— Te amo — dijo el elfo con una sonrisa.

— Y yo a tí — dijo Guissel con el mismo gesto en su rostro.

Finalmente, se abrazaron, felices por ser le excepción y no la regla.

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One Shots de EldaryaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora