Cuentos de humanas y dragones (Valkyon)

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- Bueno Alyssa, es hora de dormir~ - dijo Erika buscando abajo de la cama a su pequeña de seis años.
- Jijiji - escuchó una risilla salir del ropero así que se dirigió a este.
- ¡BU! - dijo Erika abriendo de par en par el ropero donde se encontraba su pequeña.
- ¡Ahhh! - dijo la niña cuando vió a si madre abrir el ropero, intento escapar pero Erika fué más rápida y la atrapó, llevándola como saco de papas la colocó en su camita.
- Es hora de dormir - dijo Eri tapándola con sus mantitas.
- ¡Pero no quiero! - dijo Alyssa en un berrinche.
- Nop señorita, a dormir - dijo Erika palmeando levemente sus mantas.
- ¿Ni que sea me cuentas un cuento? - dijo la niña poniendo cara de familiar adorable.
- Bueno... ¿Qué cuento querés? -
- Cómo se conocieron tu y mi papá - esa petición dejo un poco en shock a nuestra querida Erika, pero ella respiró hondo y luego exaló un gran suspiro para comenzar su relato.
- Había una vez una humana, esa humana llegó a Eldarya por accidente y se encontró a: Un elfo malhumorado, un vampiro mujeriego, y un hombre alto, moreno y muy callado, pero muy guapo -.
- Jiji el elfo y el vampiro son mis tíos Nev y Ez ¿Verdad? -
- Sí -
- ¿Y el moreno guapo es papá? -.
- Sí ¿Puedo continuar? -.
- ¡Sí porfavor! -.
- Bueno... aunque la bienvenida a la humana no fue la más cálida, se adaptó con el tiempo y empezaba a ser querida por los habitantes de allí, hacía misiones e intentaba ayudar en lo que pudiese, durante ese tiempo que se convirtió en meses, ella hizo "clic" con el moreno alto y callado, cuyo nombre descubrió, es Valkyon, él era una persona muy buena y atenta, también era el jefe de la guardia obsidiana, guardia a la que pertenecía la humana -.
- ¿Esa no es la guardia que tú diriges mamá? - inquirió curiosa la pequeña.
- Sí, antes de yo ser jefa lo era tu padre -.
- ¡Continúa! - exigió la niña
- Vale, vale, ya sigo, cómo ya dije la humana hizo "clic" con Valkyon y él lo sintió también, al inicio ambos se resistían al otro por miedo a ser rechazados, pero al final ese miedo se fue y solo surgió la necesidad de estar juntos, y así lo hicieron, se hicieron novios, se casaron y lo que pudieron vivir juntos, lo vivieron felices, fin -.
- ... -
- Bueno, ahora a dormir - dijo Erika finalmente.
- Mami... -
- ¿Si? -
- ¿Por qué papá no esta con nosotras? - dijo la niña con tono inocente y asustado, no quería hacer enojar a su madre, pero tampoco quería quedarse con la duda. Siendo sincera, esa pregunta congeló a Erika, pero ella solo se enderezó y siguió con el cuento.
- Pero algo sucedió, resultó ser que nuestro querido moreno alto y de ojos dorados era un dragón, una raza extinta y que dió el origen a Eldarya, a la humana no le importó, después de todo, ella lo amaba por quién era no por lo que era, a los jefes de las guardias y a otros pocos ciudadanos tampoco les importó, pero a muchos sí, tenían miedo de que el dragón se revelara y les hiciera daño, empezaron a hacer manifestaciones y a exigir que se ejecutara al dragón, la guardia no quería matar a su amigo, pero él tampoco quería irse, no en ese momento, estaba con la mujer que amaba y estaba esperando a su hijo, o hija, en ese momento no se sabía, pero él se quería quedar y negociar con los ciudadanos, pero ellos solo querían su muerte, le tiraban cosas, le rompieron las ventanas de su habitación con ladrillos que llevaban mensajes horribles, no tenía permitido salir porque podían atacarle, lo insultaban y todo esto también lo vivía la humana, solo por ser su esposa y amarlo, lo vivieron sus amigos y la gente que lo apoyaba, y todo por miedo, por no poder ver qué era una persona más, por no saber que él también sentía, que también tenía una vida, que también era feliz, por no querer ver qué él era incapaz de hacer las atrozidades de las que se le acusaban de poder hacer - se podía ver varias emociones en nuestra pobre Erika, la tristeza, la impotencia, el enojo, la rabia, la frustración, la decepción y otras emociones, también se podía ver a sus puños ejerciendo presión sobre su regazo, pero ella solo inhaló profundo y luego suspiro pesada para continuar la historia.
- Llegó una noche, llegó esa maldita noche, los habitantes estaban fuera de control y fuera de ellos mismos, estaban en la puerta del cuartel con antorchas, pinchos, espadas, y toda arma que tuvieran a mano, gritando e insultando al pobre dragón, él solo quería ser feliz, y no se lo estaban permitiendo. Él estaba con su esposa en la habitación que ambos compartían.
[Valkyon debes irte ahora] dijo alterada y al borde del llanto la humana, que en ese entonces llevaba tres meses de embarazo.
[Pero no quiero... no quiero dejarte, no quiero irme sin conocer a mi niño] dijo Valkyon en el mismo estado emocional que la humana.
[¡Pero te van a matar! ¿¡No entendés!? ¡Te van a matar!] dijo la humana ya llorando.
[Lo sé pero...] dijo Valkyon llorando también.
[¡Pero nada! ¡Agarrá tus cosas y andate!] dijo su esposa mientras le daba una mochila y lo empujaba a la ventana.
Antes de que Valkyon se marchara se miraron a los ojos y se fundieron en un beso, era un beso amargo, porque así suelen ser los besos que se tratan de una despedida forzosa.
[Prometo que voy a escribirte cartas ¿Ok?] dijo Valkyon rompiendo el lágrimas.
[Ok... ¡Ahora vete!] dijo la humana llorando todo lo que su ser le permitía llorar. Se miraron una última vez y Valkyon se fué por la ventana, y se fué justo a tiempo, porque pocos minutos después entraron algunos ciudadanos entraron y sacaron a la humana del brazo para empezar a revolver toda la estancia y al no encontrar lo que buscaban se fueron, dejando una habitación bastante desordenada y a una humana destrozada - terminó Erika finalmente el relato, tenía los ojos empañados y los nudillos blancos de tanta presión que estaba haciendo.
- ¿Mami? - dijo su hija. Erika solo se quedó en silencio y rompió a llorar, no podía con esos recuerdos, eran demasiado dolorosos, y su hijita en señal de consuelo fue y la abrazó, Erika le devolvió el abrazo y siguió llorando por un rato hasta que se calmo.
- Gracias cariño - dijo Erika mientras se limpiaba las lágrimas.
- Te quiero enseñar una cosita más ¿Ok? - le dijo Erika a su niña.
- Ok... - dijo su niña y luego fue a su habitación a buscar un pequeño collar y volver a la habitación de su hija.
- Tu padre me suele escribir cartas cada mes, diciendo que me extraña y que desearía conocerte y jugar contigo - explicó brevemente Erika.
- Y en una de esas cartas estaba este collar, decía que era para ti y que te lo diera en tu cumpleaños, pero puedes tenerlo ahora sí quieres - dijo Erika sencilla.
- ¡Qué bonito! ¡Gracias mamá! - dijo su hija y se puso el collar.
- Te ves hermosa... Ahora a dormir ¿Ok? - dijo Erika y le dió un besito en la frente, para luego ir a su habitación y seguir llorando hasta quedarse dormida.

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Heeeyyy ¿Qué tal? Antes que nada disculparme si hay muchas faltas, es que esta cosa la hice suuuuupeeeeer tarde así que ando media dormida xv, segundo ¡Esta cosa tendrá segundo parte! ¡WIIIIIIIIII >:D! Y por último, chaitooo °3°.

One Shots de EldaryaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora