Las Memorias De Orun: El Guerrero Celestial

Capitulo 16: Lazos fuertes

Lucy se encontraba con Zuly en su casa realizando el proyecto que tendrían que presentarlo para dentro de dos semanas, permanecieron trabajando por más de seis horas, hasta que a eso de las cinco y media de la tarde decidieron darse un pequeño descanso.
    Lucy bajó a la cocina y preparó dos vasos de jugó de naranja y los subió a su cuarto, muy alegre le ofreció un vaso a Zuly.
    —Toma, sirvete un poco jugó— le dijo con mucha amabilidad.
    —Gracias Lucy, lo necesitaba...
    —Menos mal que ya no falta mucho, pienso que lo mejor será continuar mañana—propuso Lucy.
    —Supongo que está bien, entonces procederé a retirarme— contestó Zuly, colocó el vaso en la mesa de la computadora y fue a tomar su mochila, guardó unos libros que había traído consigo y caminó hasta la puerta del cuarto para retirarse; sin embargo, Lucy lo detuvo en seco y le dijo: —¡Oye espérate! — se apresuró para tomarlo del brazo y decirle: —Quedate un rato más, le pedí a Stefy que venga con Cris para salir un rato. ¿Por qué mejor no te quedas y vienes con nosotros? ¡Será muy divertido!
    —¿En serio? —Zuly pensó en si ir con Lucy o viajar a las montañas, pero se decidió por acompañarla.
    —De acuerdo, tú ganas— dijo mientras se quitaba su mochila.
    Lucy, emocionada por su respuesta, se maravillo mucho y su semblante se volvió radiante. —¡Estupendo Santi! ¡Se lo diré a Stefy! — Bajaron a la sala y Lucy corrió a buscar su teléfono.
    Zuly se sentó en uno de los sillones de la sala y prendió un rato la televisión, al mirar las noticias, estas informaban lo siguiente:

"Noticias de última hora, se alerta a los ciudadanos que un extraño hombre encapuchado ha sido el responsable de secuestrar y matar a más veinte niños, dieciséis adolescentes y veintitrés hombres. Se ha tratado de hacerle un seguimiento al responsable, pero por desgracia su rastro se ha perdido. Las autoridades llaman a los ciudadanos a tener cuidado, pues es demasiado cuidadoso a la hora de cometer sus crimenes. Se sospecha que tal sujeto, pertenece a la famosa familia criminal: Los Tremblay. Los mantendremos informados más adelante sobre este caso."

    —"¿Un asesino encapuchado?" — pensó Zuly.
    Mientras tanto, Lucy terminó de hablar con su amiga y se sentó a lado de Zuly, vio que tenía la mirada fija en la televisión, por lo que volteando a ver, se percató de la noticia que estaban transmitiendo.
    Estado ahí, escuchando todo lo que se dedica del misterioso hombre con capucha, Lucy le decía: —Sabes algo, a veces me preguntó si esas personas no sienten remordimiento o pesar, a la hora de realizar todas eso...
    Zuly, sin quitar la mirada de la televisión, le respondió: —No tiene nada que ver el si sienten o no sienten. El corazón se vuelven duro como una piedra inútil, así se encargan de no sentir nunca más remordimiento... Tristemente, no queda más remedio que someterlos a los pies de la justicia—.

* Flashback.

    —¿Qué pasará con el hechicero? — pregunta Zuly.
    —Será juzgado y luego ejecutado— responde el soldado okuriano.
    —E-Ejecu-tado...— tartamudeo pálido y confuso.
    —Eres un guerrero joven hijo de Nix, te queda mucho por aprender. Pero tarde o temprano tú también estarás en una situación así, y deberás tomar una decisión.
    —Yo... nunca he matado nadie—.
    —Y yo espero que jamás tengas que hacerlo...

* Fin del Flashback.

    Lucy agachó su mirada y le hizo la siguiente pregunta: —Si... te dieran la oportunidad de salvar a alguno de ellos. ¿Tú lo harías...?
    Zuly desvío lentamente la mirada de la televisión y la miró, ella permanecia con la mirada agachada y él, dulcemente le contesto: —Si... Con todas las fuerzas de mi corazón —ella levanta la mirada y ambos se miraron entre sí.
    —"¿Quién es él? Es tan... diferente. Es alguien único y... muy especial..." — pensaba ella, quién había quedado hipnotizada por la mirada azul de aquel chico.
    Intuitivamente, Zuly sostuvo su manos y está vez, se percató de lo suaves y cálidas que eran, fue un momento especial para los dos, ninguno pensaba en nada, simplemente disfrutaban del momento.