Capitulo 06: Dudas

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Cristof conducía a casa de Lucy, durante el camino ninguno de los tres se atrevió a decir algo, la noticia de los asesinatos en los bosques aún resonaban en sus mentes, el simple hecho de imaginarse que la peor de sus pesadillas estaría de vuelta les arrebataba la poca cordura que les quedaba. Sin embargo, Stefanny que no podía aguantar más lo que sentía, decidió hablar y sacarse el clavo que por más de siete años había llevado consigo y les dijo: —Saben, después del incidente, yo... traté de olvidarme de todo y pensar que solo había sido una pesadilla... Sin embargo, extrañaba demasiado a mi padre y muchas veces soñaba con él, que iba a mi cuarto y me abrazaba y me decía lo mucho que me me amaba— hiperventiliza con suavidad mientras resistía las ganas de llorar. —Cuando me enteré que habían capturado a esos terroristas yo... ¡solo quería quería que se mueran!...—dijo casi que llorando. —¡Pero no!, ¡quien iba a decir que tanto el juez, como toda la corte habían sido sobornados dejándo a esos hombres en libertad! — pequeñas lágrimas cayeron por sus mejillas mientras el dolor en su corazón se hacía más grande. —Me propuse a ser una de las mejores abogadas que el mundo jamás haya visto. ¡Yo solo quiero que se haga justicia! ¡Y si lo que les pasó a esas personas en la carretera, tiene que ver con lo que pasó hace siete años!... estaré dispuesta a ayudar en lo que haga falta— concluyó Stefanny con total firmeza, dispuesta a enfrentar sus miedos.
    Lucy sostuvo su hombro con delicadeza y le regaló una sutil sonrisa, Stefanny tomó su mano y le sonrió, la dulce joven miró con orgullo a su amiga y le dijo: —Tranquila Stefy, te entiendo y comprendo muy bien el dolor por el que has tenido que pasar. Supongo que llegó la hora de que hagamos algo bueno por este mundo, tenemos que estar seguros si lo que les pasó a esas personas tiene que ver con lo que ocurrió hace siete años. Necesitamos investigar y tratar de reunir pruebas para estar seguros de a qué cosas nos enfrentaremos—.
    —¡Así! — dijo Cristof sarcástico, — ¿y qué piensan hacer? Ir al lugar del crimen y ver si lo que mató a esas personas fueron esos mounstros. Por favor chicas no me hagan reír—. Cristof sabía que la propuesta de Lucy era una locura y bastante arriesgada, un movimiento en falso y todo podría salir mal.
    —Tranquilo Cris— dijo Stefanny regresando a mirarlo—, no nos vamos a exponer— coloca su mano en su hombro para que se tranquilizara. —Tampoco creo que tengamos que ir al lugar del crimen; pero si ese fuera el caso, nosotros sabemos defendernos y...
    —¡Por favor Stefy! — le interrumpió molesto Cristof—, ¡una cosa es haber aprendido algo de defensa y manejo de armas por un tiempo! ¡Y otra totalmente diferente es que vayamos por ahí tratando de aniquilar mounstros!; digo, si es que son mounstros, nadie sabe que es lo que realmente está ocurriendo—. Cristof detuvo el auto, finalmente habían llegado a casa de Lucy.
    Su rostro permanecía serio mirando fijamente a la nada, en su mente se preguntaba cómo es que ninguna de ellas se daba cuenta del peligro que está locura podría llegar atraer en sus vidas.
    Lucy lo miró compasiva y sabía que estaba preocupado por lo que les podria llegar a pasarles, él tampoco había conseguido superarse el horror de aquel trágico día, y probablemente ninguna de las personas que estuvieron ahí presentes lo hayan podido superar.
    —Cris... —dijo Lucy, tomándolo del hombro derecho—, necesitamos que nos ayudes, nosotras no lo lograremos solas, eres muy importante y lo sabes— Lucy quería que su amigo estuviera con ellas, era una de las pocas personas más importante en su vida; sobre todo para su amiga Stefanny, con la que tenía mayor relación. —Mira no lo hagas por nosotras, házlo por todos los que murieron ese día..., por mis padres, el señor Thomas... por Carlos... — concluyó llena de mucha tristeza.
    Cristof suspiro resignado y negó con su cabeza, regresó a mirarlas y les dijo: —Están completamente locas las dos, lo saben verdad,— mira a Stefanny con cariño y no podía dejar de preocuparse por ella. —Y me dices a mí el chico genio— sonríe—, está bien, cuenten conmigo— asintió con ganas de arrepentirse ahí mismo.
    —¡Gracias amigo eres el mejor!— contestó entusiasmada Lucy, quien lo abrazó enseguida.
    Se despidió de ellos y bajó para entrar a su casa, Cristof encendió el auto y fue para dejar a Stefanny en casa.
    Lucy abrió la puerta y su tía salió a recibirla, estaba muy preocupada, era la primera vez que Lucy llegaba tarde a la casa, Lucy miró la hora en su celular, y se dio cuenta que eran más de las dos de la mañana.
    —Tía yo...— dijo bastante avergonzada, —perdón... no fue mi intención llegar tarde, prometo no volverlo hacer...—
    Isabella se acercó a ella y la abrazó muy fuerte, se sintió tan aliviada de que estuviera bien, pues temía perderla como perdió a su hermana en suelo trágico día.
    Lucy subió a su cuarto y cayó rendida en la cama, tenía muchas cosas en la cabeza, pensaba en cómo van a reunir esas pruebas, y si lo que realmente mató a esas personas fueron esos mounstros, o se trata de algún animal rabioso.
    Cerró sus ojos y sin darse cuenta, se quedó dormida con el firme propósito de que cuando amanezca se pondría a trabajar muy duro en eso.
    Las horas pasaron muy rápidos, y Lucy comenzó a soñar, despertó en un extenso bosque sola en la mitad de la noche. Desorientada obeservaba los enormes árboles que la rodeaban, y fue así, que de entre toda esa multitud de montes y árboles, una persona apareció delante de ella.
    Era Carlos, y los ojos de Lucy se abrieron exagerados al verlo delante suyo.
    —¡Ca-Carlos!...— tartamudeo pálida, tratando de acercarse a él, pero Carlos rápidamente dió media vuelta y se marchó corriendo de ahí.
    Lucy no se la pensó dos veces y fue detras de él.
    —¡Carlos!...— gritaba para que se detuviera, —¡Por favor Carlos pará!...—
Pero él no se detuvo y continúo corriendo hasta que Lucy no pudiendo más, lo perdió de vista en la infinidad del bosque.
    Nuevamente estaba sola con su respiración muy agitada, gritó fuerte por todo lugar para ver si alguien le contestaba, pero todo permanecía en un completo silencio. —¡Hola!... ¡Hay alguien ahí!... ¡Carlos!... — De pronto, de la cima de un gigantesco árbol, algo saltó delante de ella, la joven diviso la figura de un hombre el cual, no tenía cabello y era muy delgado, sus manos eran grandes con afiladas garras y sus ojos rojos como la sangre. Esta cosa rugió delante de ella y estiró su mandíbula de una forma sobrehumana mostrado así unos afilados colmillos cubierto de tentáculos.
    Aquel espantoso ser se lanzó contra ella con toda fiereza y estaba listo para atacarla, Lucy cayó al suelo muerta del miedo sin saber que hacer, y a centímetros que ese mounstro la atacara... algo apareció delante suyo y la protegió de ese oscuro ser. Era la figura de un hombre, cuya presencia apartó de inmediato el poder de las tinieblas que cubrían el bosque y lo iluminó como nunca antes había ocurrido. Miró impresionada como aquella silueta detenía a esa criatura y la sometía con una sola mano, trató de identificar al hombre delante suyo, pero la luz que lo rodeaba le hacía imposible identificarlo.
    El hombre decide voltear a verla, pero antes de que ella pudiera ver su rostro..., despertó exaltada de su cama, con su corazón latiendo a mil por segundo, bañada en un frío sudor con su respiración muy acelerada.
     Hiperventilizaba con un fuerza y se decía toda confundida: —"¿Que fue todo eso...?"— respiro profundamente tratando de controlarse, y la imagen de aquel misterioso hombre protegiéndola permanecío en su memoria durante el resto de la noche.

(* * * *)

    Al día siguiente, Lucy se dirigía a la Universidad, estaba muy cansada, el día anterior había sido demasiado pesado para ella, suspiro con pesadez sin embargo, sonrío feliz al recordar el pequeño momento había tenido con su nuevo compañero, recordó con claridad sus palabras y sus gestos, y lo que más la ponia feliz, era cuando recordaba el sublime abrazo que Zuly le había dado, y aunque por un lado la investigación la tenía estresada, ese recuerdo la animaba mucho, y daba algo de paz a su afligido corazón.
    Llegó a la universidad y se dirigió a su salón, al llegar, vio a sus dos mejores amigos conversando de lo más bonito, ella se alegró mucho de verlos y fue a saludarlos.
    —¡Hola chicos! ¡Buenos días!
    —¡Hola Lu!— la saludo su amiga rubia, dándole un abrazo "bastante" efusivo.
    —Okey... no puedo respirar...— dijo Lucy mientras hacía lo posible para que su amiga no vaya a romperle ningún hueso.
    Stefanny la soltó y Cristof le dijo: —Supongo que hoy comenzaremos con la investigación ¿verdad?—
    —Así es Cris, después de clases iremos a casa de Stefanny para ver que encontramos— les informó Lucy— llevo mi laptop en mi bolso así que pienso que todo saldrá bien—.
    Ahí mismo, escucharon que alguien la llamaba, voltearon y vieron que se trataba de Camilo.
    —¿Lucy, puedes venir un momento por favor?—
    Ella asintio y se despidió de sus amigos para ir dónde Camilo, sabiendo muy bien para que la llamaba, fue para arreglar todo de una vez.
    —Lucy mira yo...— dijo Camilo bastante avergonzado— quería pedirte disculpas por haberte faltado el respeto ayer en la fiesta... Te ruego me perdones... no sé que me pasó, nunca más lo volveré hacerlo yo...—
    —Camilo— lo interrumpe Lucy, —mirá déjalo ahí si. Te perdono vale... se que no lo volverás hacer, pero si tratas de hacer algo así otra vez, créeme que te cortaré los brazos, entendido— le advirtió con mucha calma.
    —Si descuida, me quedó muy claro...— asintió Camilo mientras se sobaba el brazo que casi termina por perderlo ayer.
    Lucy regresó a su sitio, el profesor pronto llegaría, pero se dio cuenta que Zuly no llegaba aún y se extraño bastante.
    —¿Dónde estará?—

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Las Memorias De Orun: El Guerrero CelestialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora