Capítulo 36: Mi Verdadero Sentir

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- ¡¿Lucy estás bien?! - pregunto mi tía muy preocupada, mientras me fundía en un fuerte abrazo.

- ¡Si tía...! ¡estoy bien...! ¡Cuidado con mi espalda...! - respondí con algo de esfuerzo.

Ahí mismo, la enfermera de hace un momento, volví a ingresar y me dijo: - Bueno señorita Jones, hemos realizado los analizado, y se encuentra en perfectas condiciones. Así que hoy mismo podrá volver a su casa.

Mi tía preocupada le pregunta: - Dígame doctora, ¿qué le provocó el desmayo?

- Lo más probable es que se haya debido a mucho estrés o, demasiadas preocupaciones. Debera descansar bien, si quiera por unos, dos o tres días.

Mi tía asintió y la enfermera se retiró, ella volteó hacia mi y me preguntó: - Dime Lucy, ¿qué paso? ¿Por qué te desmayaste? Tú nunca en la vida que yo sepa, te has desmayado.

- No lo sé tía, estaba en el baño, cerré los ojos, ¿y entonces...? - callé al recordar, el extraño sueño que tuve, no estaba segura si sería buena idea contárselo.

- ¿Entonces? - preguntaba ella impaciente.

- No... no sé que pasó. Desperté aquí y ya. No recuerdo más.

- ¿Segura? - mi tía me miró fijamente a los ojos.

Ya no quería seguir mintiendole más, ella y yo siempre nos hemos confiado todo, así que bueno, se lo conté: - Bueno... Pasó algo antes. El decano me llamo, y me pregunto por él... Tuve que contarle que había abandonado la ciudad, y dijo que no tenía más opción que darlo de baja. Me puse muy mal y fuí corriendo al baño, me encerré ahí, y en eso... Pasó algo muy raro sabes.

- ¿Qué cosa?

- Un extraño hombre, bastante alto. Se puso delante de mi. Me dijo cosas muy raras, que la verdad no logré comprender bien. Luego todo se volvió oscuro, y derrepente... delante de mi..., apareció una especie de... demonio grande, con cuernos y una enorme espada de doble filo. ¡Me asuste tanto que rápidamente!, desperté aquí.

- Hay mi niña. - acarició suavemente mi frente. - creo que el tema de ese muchacho te está afectando demasiado... Lo mejor será que salgas por ahí y no sé, conozcas a otras personas, necesitas distraerte Lucy, olvidarte de ese chico.

- ¡Tía, eso nunca! ¡Yo lo amo entiende, y por más que quiera olvidarlo, no puedo! Él y yo, vivimos tantas cosas juntos, siempre estuvimos ahí para apoyarnos el uno al otro. No puedo hacer como nada hubiera pasado... ¡Yo...! nunca había sido tan feliz. Y dónde quiera que él esté, solo le deseo lo mejor, y que regrese pronto.

- Lucyyy... - susurro mi tía bastante preocupada.

No la culpo, quien dijo que sería fácil está espera, nadie, hasta ahora he sido fuerte, pero no sé hasta cuando más podré seguir aguantando este dolor...

(* * * *)

Tres días después...

Después de lo ocurrido, fui obligada a quedarme en casa, mi tía y el decano de la universidad fueron demasiado claros que debía permanecer en reposo. Aproveche ese tiempo para estudiar y dar la lección que no pude darla la vez anterior, todo salió bien y mi lección fue exitosa.

Caminaba por los pasillos de la universidad, cuando a lo lejos, vi a mis amigos tomados de la mano, Cristof le decía algo al odia a Stefanny, y ella se reía tímidamente.

Sentí curiosidad por saber a dónde iban, y me acerque a ellos, entonces les pregunté: - Hey chicos, ¿qué hacen?

Cristof me respondió: - Hey Lu' ¿cómo vas?, vamos a mi casa un rato. Mis padres como siempre saldrán y llegarán tarde.

Las Memorias De Orun: El Guerrero CelestialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora