Capítulo 26: Hasta Pronto

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Narra Stefanny...

    Cris dejó a Lucy en su casa junto con Santiago, ambos se bajaron del auto y se despidieron de nosotros. —Adiós amigos, nos veremos luego—.
    —Cuídate Lu', adiós Santi— me despedí de ellos.
    Entonces, Santiago nos regreso a ver y no se porque tuve la impresión de que nos quería decir algo, desde que salimos de ese parque lleno de militares se mantuvo silencioso y pensante.
    Su expresión estaba decaída, parecía triste por algo, y no pude evitar sentirme preocupada por él, lo escuché decir: —Adiós Cristof... Adiós Stefanny... — esas palabras aunque sonarán demasiado simples o comunes, en el momento que las pronunció, penetraron profundamente mi alma y sentí un leve dolor en mi pecho.
    Cristof de forma amigable se despidió de él, prendió el auto y prosiguió a dejarme en mi casa. —"¿Qué fue eso?"— pensé confundida, mire a Cris' y el también parecía como que perdido.
    Aún así, no me atreví hablar con él, y aunque por dentro quería decirle tantas cosas, no pude hacerlo.
    Cris' hizo un leve movimiento con sus manos y decidió romper con aquel momento de incomodidad, entonces me dijo: —Sabes Stefanny yo... quería disculparme por haberte gritado... Lo siento, no sé que me pasó.
    —Tranquilo..., tú también perdóname por haberte hecho un show delante de esas personas— sonreímos y continuamos con el recorrido.

(Quince minutos después)

    Finalmente llegamos a mi casa, Cris' detuvo el auto y me extendió su mano, me miró a los ojos y me dijo: —¿Amigos entonces?
    —Amigos...— sostuve su mano y nuestras miradas chocaron una con otra como en aquella ocasión.
    Si las miradas hablarán, probablemente ya nos hubieran dado un grammy por lo bien que actuamos, lo quiero tanto y se que él también me quiere, ojalá y tuviéramos el coraje suficiente para declarar lo que sentimos y ser felices.
    Lo vi levantar su mano y acariciar mi rostro con mucha suavidad.
    Una cálida sonrisa apareció en su rostro, y me dijo: —Sabes, aún recuerdo ese día en el vecindario como si fuera ayer... Pese a todo el caos que hubo, el simple hecho de saber que estabas bien hicieron volver mi alma a mi cuerpo, fue por esa razón que no pude reprimir lo que sentía por ti...—
    Mi cuerpo entero se estremeció al escucharlo hablar así, sabía muy bien de lo que me hablaba, aún así, se lo pregunte: —De-de..., ¿qué estás hablando?
    Él me contestó algo que muchas veces soñé y añore con escuchar, el sueño de muchos años..., me dijo: —Lo que quiero decirte..., es que te amo con todo mi corazón Stefanny, desde ese día no he dejado de pensar en ti... me gustas demasiado, cuando estoy contigo quisiera decirte tantas cosas, pero a la ves, veo que no hay palabras suficientes para expresarte todo lo que hay dentro de mi corazón...— sostuvo mis manos despacio, y por fin lo dijo... —Estoy enamorado de ti, Stefanny William...
    Quedé atónita, no sabía que hacer, mi corazón se aceleró a mil en menos de un segundo. Cristof apego su frente con la mía y teníamos los ojos cerrados, sin más, junto sus labios lentamente con los míos y ambos nos envolvimos en un apacible y deseado beso. Tantas emociones reprimidas por mucho años se hicieron presentes, mi corazón estaba a nada de salirse de mi pecho, no quería soltarlo, tal acto se volvió más intenso y lo que nunca nos pudimos decir en palabras lo compensamos con este bello momento.
    Nos separamos por falta de aire y sentía tantas cosas dentro de mi estómago... Pero como siempre yo, la que siempre se la pasa sobrepensando las cosas, me acordé de algo que no tenía nada que ver al caso, pero aún así se lo pregunté: —Pero... ¿qué hay de tu amiga de la otra vez...?
    Él sonrió con gracia y simplemente me contestó: —No pasa nada con ella... Ya te dije que es eso, una amiga...
    Lo agarre con mucha fuerza de la parte trasera de su cabello y bastante seria le dije: —Me juras por tu mamá y tu papá, ¡qué jamás tuviste nada con esa tipa, ni siquiera un beso!
    Volvió a sonreír con gracias, y levantando su mano en señal de promesa me respondió: —Te lo juro...— Después de todo lo que vivimos está noche, después de casi morir devorados por zombies vampiros fastidiosos, de casi ser aplastados por una bestia de más de cuarenta metros, finalmente sentía que todo estaba empezando a mejorar, me sentía tan feliz que quería llorar.
    Lo bese llena de alegría y desde lo más profundo de mi alma y de mi corazón, le dije: —Yo también te amo Cris', te amo con mi vida entera— no pude más y mis ojos soltaron pequeñas lágrimas de felicidad.

Las Memorias De Orun: El Guerrero CelestialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora