Las Memorias De Orun: El Guerrero Celestial

Capitulo 27: La Primera Manifestación

    Disparos por todas partes, gritos de terror en cada esquina, un hombre herido sube a una camioneta militar y toma un comunicador, lo enciende e informa lo siguiente: —¡CUARTEL GENERAL ME ESCUCHAN! ¡POR FAVOR HABLA EL AGENTE MARCOS! ¡ESTAMOS SIENDO ATACADOS POR UNAS DE CRIATURAS NUNCA ANTES VISTA! ¡¡¡AAAHH SON DEMASIADOS!!! ¡¡¡CUARTEL GENERAL, AYUDAAA!!! —

"El Guerrero Celestial
(Tercera parte)❤️‍🔥💥🕳️💔"

(13 De Abril 2020)

(San Cristóbal - México)
7h:00 am.

    En unas montañas verdosas, alado de unos pequeños riachuelos, yacía descansando la figura de un joven, los pajaritos alegraban el día con sus bellas melodías, el cielo despejado mostraba al desnudo la hermosura de aquel paisajes..., de pronto, un escalofrío recorrió el pecho de aquel joven, su cuerpo entero se estremeció y un frío sudor resbaló por sus mejillas.
    Con sus ojos aún cerrados soltaba leves gemidos de tristeza, y una pesadilla lo aprisionó de una manera tan cruel, que no tenía intenciones de dejarlo despertar.
    Aquel muchacho, despertó en un cuarto vacío y oscuro, frente suyo estaba un hombre de pie que lo miraba fijamente, tenía puesta una capucha negra, y desde la oscuridad de aquella habitación, le dijo la siguiente advertencia: —Vigila bien a tu alrededor, hay personas mucho más peligrosas que los mismo mountros que crean—. Enseguida, una luz apareció por la esquina derecha del cuarto, el joven observó que aquella luz provenía de una antigua lámpara de aceite que estaba sostenida en mitad de la pared.
    La lámpara iluminó una pequeña camilla la cual, llevaba consigo un cadáver cubierto por una sábana blanca, el muchacho temeroso, se acercó lentamente hasta allá, y con cautela tomó la sábana para retirarla muy despacio... Retirando completamente la sábana de la camilla, observó a la persona que ahí se encontraba, y lleno de terror, retrocedió de golpe totalmente devastado, su respiración se volvió cortante y sus ojos se llenaron de muchas lágrimas, lleno de dolor y miedo, exclamó: —No... No... ¡¡¡NOOOO!!!— y ¡bum! desperto de golpe. —¡LUCY!...— fueron sus primeras palabras.
     Era Santiago, nuevamente había tenido otra pesadilla, desde que abandonado la ciudad de Boston hace ya más de tres semanas, no ha dejado tener está clase de pesadillas, el guerrero de Orun sostuvo su cabeza y respiró profundamente, tenía días desde que llegó a la ciudad de San Cristóbal en México, según los informes obtenidos de aquella lista meses atrás, por los lagos de Montebello y el Caño del Sumidero se encontraban unas criaturas muy peligrosas pertenecientes al nivel dos.
    Habían reportado ya, varios casos de canibalismo por esas zonas, solo que las autoridades no han dicho nada por miedo alarmar a la población, Zuly se levantó del suelo y tomando su espada se fue a buscar algo de comer, diviso a lo lejos una pequeña águila montada en unos árboles, se oculto por unos matorrales y comenzó a acercarse lentamente hasta su objetivo, estando ya cerca, dio un enorme salto y con su espada lista, consiguió atrapar al animal.
    Tomó un poco de leña y estirando su mano derecha, lanzando un pequeño destello de energía con la cual, encendió una pequeña fogata, tomo al ave y le quitó todas sus plumas, luego con una pequeña rama colgo bien al animal y lo cocino.

(* * * *)

    Después de comer, Santiago tomó sus cosas y se dirigió a la ciudad, gracias a la capacidad que tienen los orunianos de interpretar las lenguas, no se le hizo complicado entender el lenguaje que ahí se hablaba.
    Caminando por las calles de la ciudad, notó lo bello y tranquilo que era, había escuchado que aquella ciudad era un lugar turístico muy famoso y por lo visto, era verdad, había ahí personas de muchas partes del mundo que venía a pasar momentos agradables por esas zonas.
    Recorriendo las ciudad, Zuly observó una tienda donde vendían manualidades, aquello le llamó mucho la atención, ingresó con curiosidad y observó todo lo que había.
    Mirando un pequeño estante con varias manualidades, dijo: —Que bonito, se parecen mucho a los adornos que vi en aquella tienda con mis ami...— pero al instante calló, y la sonrisa en su rostro desapareció.
    Al recordar a sus amigos, no solo se acordó de Cristof o Stefanny, sino también de Lucy y la extrañaba demasiado.