Capítulo 39: La Magia De tus Ojos

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Narra Lucy...

- Adiós chicos, cuidense mucho. Los veré mañana. - me despedí de mis amigos.

- Adiós Lu, escríbenos vale. - dijo Stefanny mientras me daba un abrazo.

- Y sabes, si ese viejo trata de propasarse contigo, me avisas y yo lo pondré en su lugar. - afirmó Cristof con una leve sonrisa.

- Tranquilo hombrezote, ya te dije que no me pasará nada. - le di un abrazo y procedí a volver a mi casa.

En el camino iba tarareando una canción y no había demasiado tráfico, entonces pensé en Santiago y me preguntaba: ¿cómo estará? y ¿qué estará haciendo en este instante?

En eso, un auto se estaciona a lado mío, y escucho que alguien me dice: - ¡Hey!, ¿quieres que te dé un empujón a casa?

Giré mi cabeza y para nuevamente mi sorpresa, se traba de Camilo. - ¿Y ese auto? - pregunte extrañada.

- Es de mi hermano, me lo presto por hoy.

- ¿Tienes hermano?

Él sonrío arrogante y me dijo: - Hay bonita, hay tantas cosas que no sabes de mi.

"Y creeme Camilo, no las quiero saber."

- ¿Y qué me dices? ¿Te llevo a tu casa?

- No hace falta Camilo. Prefiero ir a pie... Además caminar me hace bien para la salud. - respondí tratando de que no insista con el tema.

Pero al parecer él no está acostumbrado a recibir un "no" como respuesta, y me dijo: - Hagamos algo. Sal' conmigo hoy a una pequeña cita, y si no te gusta, perfecto... Nunca más te volveré a molestar. Pero si dices que no, seguiré insistiendo hasta que digas que si... ¿Qué me dices?

Hmmm, es una oferta tentadora, pero aunque la oferta me interesara, lastimosamente hoy no puedo acompañarlo... A no ser claro, que le pida que me lleve a eso de las tres donde antes trabajaba... Bueno, aceptaré la oferta y veré si así me deja tranquila.

- Está bien Camilo, tú ganas. Vamos. - Él sonrió, y estirándose un poco a la derecha, me abrió la puerta del copiloto del auto para que yo entrara.

Con algo de inseguridad ingrese adentro y le dije: - Y bien, ¿a dónde iremos?

- Ya verás... - Camilo encendió el auto, y arranco de ese lugar.

(* * * *)

Después de un par de minutos, llegamos a un parque de atracciones ubicado al norte de la ciudad, era grande y había mucha gente ingresando al lugar.

- Y, ¿qué te parece? - pregunto él voltando a verme.

- Pues, tenía algo más en mente, pero creo que está bien. - la verdad que nunca se me pasó por la cabeza que me llevaría a un lugar como estos.

Bajamos del auto y procedimos a entras, mire la hora en mi celular y era la 1:45 pm de la tarde, entonces le dije a Camilo: - Por cierto, antes de que me olvide. A eso de las tres debo ir a un lugar para un entrevista de trabajo. ¿Será que me puedes dar un pequeño aventón por allá?

- Si claro, no hay problema... - Sonreí y rápidamente Ingresamos dentro del parque.

Al entrar, observé todos los juegos que ahí habían, desde la casa del horror, la rueda de la fortuna, el dragón, la gigantesca montaña rusa y muchos más. Un pequeña sonrisa se dibujo en mi rostro al recordar la última vez que estuve en un lugar como estos junto con mis padres cuando era niña.

Las Memorias De Orun: El Guerrero CelestialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora