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Madison prepara el almuerzo mientras que tarareaba una canción en su cabeza, estaba feliz porque ese día Chandler saldría temprano del trabajo y decidieron tener un almuerzo ellos dos en la casa de la rubia. No querían ningun tipo de interrupciones y sabían que ahí tendrían una tarde tranquila, pero los toques en la puerta la desconcertan y más porque no eran ni las 11 am, por lo que Chandler todavía estaba en el trabajo.

—¿Mamá? ¿Qué haces aquí?—interroga, cuando abre la puerta y ve a la mujer entrar al apartamento. Se extrañaba de que ella estuviera ahí porque habían dejado de hablar luego de que tuvieran la delicadeza de decirle que ya se habían divorciado completamente. 

—Hola mi niña, tiempo sin verte.

—Por Dios, nunca había escuchado una frase tan hipócrita que esa—dice con una ceja alzada y de brazos cruzados. —¿Puedes decirme de que se trata todo esto?

Pero antes de que su madre dijera algo, nuevamente, los toques en la puerta interrumpen la conversación. Madison gruñe y va a la puerta encontrándose con Marcus, quien se encontraba con una sonrisa y un ramo de flores. —Hola.

—¿Qué demonios... ? ¿Marcus qué haces aquí? No llegas en un buen momento—murmura con el ceño fruncido, pero el morocho no le da mucha importancia y entra como si fuera su casa.

—Hola, Nora.

—¿Nora? ¿Qué... ? ¿Qué es todo esto? —pregutna realmente confundida al ver la confianza en ambos.

—Mi amor, —empezó hablar la mujer. —Tenemos que hablar, siempre te he dejado hacer lo que quieras, pero no soporto verte arruinar tu vida. Quiero que hagas bien las cosas.

—¿De qué hablas?—cuestiona Madison muy desconcertada y el hecho de que su ex estuviera escuchando no la dejaban para nada tranquila, suspira pasándose las manos por el rostro.

—Madi, vuelve conmigo. —suelta Marcus luego de darse unas miradas cómplices con su ex suegra.

—No—responde al instante y segura. —Por si no lo has notado, tengo novio y para tu información, estoy muy feliz con Chandler, así que pierdes tu tiempo.

—Madison recapacita—insiste Marcus, pero la nombrada rueda los ojos exasperada por el terrible intento de dejar a Chandler.

—Mi niña, ese bueno para nada no te merece—habla su madre con los brazos cruzados, entonces Madison mira mal a su madre. —Soy tu madre y sé que es lo que te conviene.

—¿Bueno para nada? ¿no me merece? ¿de qué mierda estás hablando? Tú no sabes nada—sisea furiosa. —Vienes después de mucho tiempo, ¿solo para decirme con quien estar? Por si lo olvidas, este imbecil me engañó, y quieres que vuelva con él porque Chandler no "me merece"; creo que estás tan jodida por divorciarte con papá que solo quieres joderme a mi juntandome con él.

—Madi...

—Tienen que irse, no quiero saber nada de lo que sea que estén pensando—interrumpe señalando la puerta.

—Tienes que escucharnos.

Madison rodó los ojos y cuando vio que ellos no tenían las intensiones de irse, prefierió caminar hacia la puerta. —Bien, me iré yo. Cierren la puerta al salir.

—¿Qué haces aquí Nora?—cuestiona Marcus con el ceño fruncido. —Tenía todo controlado.

—Pues no parecía.

El telefono suena interrumpiendo la conversación y Marcus se tomó el atrevimiento de contestar. —Hola, bebé, ¿cómo estás?

—Emm, creo que no soy tu bebé—responde Marcus con una sonrisa burlona, al otro lado de la llamada estaba Chandler confundido e irritado de escuchar la voz del morocho.

| Don't Let Me Go |《Chandler Bing》[2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora