023

1.1K 168 28
                                    



Madison pasa su mano por su frente y continua con el pedido que estaba preparando, habían pasado cuatro días desde que supo que estaba embarazada y aún no sabía como decírselo a Chandler, quien estaba algo preocupado por ella por como Oliver y Madison se estaba comportando esos días. — ¿Dónde está el pedido... ? 

—Ya está listo—responde la rubia terminando para entregarle el plato a la mesera, Monica la mira por unos segundos antes de seguir fritando las cebollas.

— ¿Estás bien?

—Sí, ¿por qué no lo estaría? —ella aún no estaba lista para contárselo a nadie, de hecho, ella no estaba lista para esa realidad. Por lo que desvía la mirada hacia las verduras para empezar a picarlas, Monica suelta un suspiro y deja pasar la conversación.

Para ninguno fue tan difícil saber que algo le sucedía a Madison y más con los cuidados sobreprotectores de Oliver. 

— ¿Te hizo algo Chandler? —pregunta Monica sin poder dejarlo pasar realmente, estaba intrigada y sobre todo preocupada por como respiraba Madison cada vez más pesado y como movía sus pies en un intento de desestresarse. —Mads, respeto que quieras tener tu vida privada en privado, pero...

—Entonces entenderás que cuando te digo que estoy bien, es porque estoy bien—interrumpe seria, dejando lo que hacía a un lado para girarse a mirar a Monica. —Eres mi mejor amiga, lo sé, pero cuando esté segura te contaré lo que sea que me suceda no cuando tú lo quieras.

Después de eso, ninguna habló o dijo algo al respecto. Le dolió lo que le dijo la rubia, pero aún así había entendido el mensaje y no tenía derecho de buscar algo que ella no dejaría. El día para Madison fue tranquilo e incluso ella sintió que todo era un sueño, solo que al llegar a casa siempre recordaba; las lagrimas no demoraron mucho en amontonarse en sus ojos haciendo que viera todo borroso, de hecho veía borrosa toda su vida tras esa noticia. 

Sentía que ya no tenía una dirección fija y que solo estaba deambulando sin saber que hacer o como actuar. Ella pensó que decirle a Chandler sería lo más fácil, pero era un embarazo lo que se trataba no era como si ganase la lotería, porque después de todo tener un bebé era más responsabilidad que recibir dinero. Y más para una mujer como ella y un hombre como Chandler, quienes no tenían planes de tener un bebé o de casarse; realmente no quería arruinarle la vida a su novio.

Suelta un suspiro y es cuando se da cuenta que había empezado a sollozar, su pecho cada vez se apretaba y el nudo en su garganta cada vez era más fuerte. Pero todo se interrumpe cuando la puerta de su apartamento se abre, era Chandler que entraba con una gran sonrisa pero esta desaparece al instante en cuanto nota la mirada triste de su novia y las grandes lagrimas esparcirse por todo su rostro, cierra la puerta y no duda en correr hacia ella y estrecharla en sus brazos. 

Su corazón se rompe cuando el llanto de Madison se hace más fuerte. —Lo siento, lo siento, Chandler... —balbuceaba entre sollozos y el susodicho no entendía realmente el por qué se disculpaba. —No fue mi intención, por favor, por... f-favor, no me dejes.

— ¿Dejarte? Amor, ¿de qué hablas? —pregunta asustado, nunca la había visto de esa forma. Pero cuando ve que ella no tenía intenciones de hablar, se queda callado para consolarla; era frustrante el no saber que sucedía pero era más doloroso al verla quebrarse de esa manera. 

El tiempo para ellos pareciese que se había detenido, tiempo que le permitió a Chandler calmar y consolar a Madison. En esos momento Chandler había decidido cargar a su novia en su regazo mientras que le brindaba leves masajes en su cabello, brindándole paz a la rubia y solo pudo acurrucarse más a su novio no queriendo que se terminara el momento.

| Don't Let Me Go |《Chandler Bing》[2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora