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— ¿Qué tal una mousse de Makolate?

—No es muy típico de Acción de Gracias—responde Phoebe, a lo que Mía asiente de acuerdo.

— ¿Qué tal... mousse de Makolate de los peregrinos? —cuestiona Monica nuevamente, luego de unos segundos.

— ¿Por que de los peregrinos?

—Parece de tradición.

—Hola.

—Hola—el trío saluda a una ansiosa Rachel, que se quitaba su saco algo apresurada.

— ¿Me ha llamado Ross? —pregunta la castaña clara, rascando un poco su cabello. El trío se mira por unos instantes y niegan.

—No, lo siento.

— ¿Por qué no habrá llamado? —inquiere sentándose junto a las chicas. — ¿Estará con Julie, verdad? Estará con Julie y ella se pondrá en plan... —afirma para colocarse de pie e imitar a la de rasgos asiáticos. —Hola soy Julie, Ross me ha elegido a mi! Vamos a casarnos a tener muchos hijos y a excavar cosas juntos.

—No te ofendas, pero no sabes imitarla.





°°°





Chandler y Madison subían las escaleras hablando sobre como les había ido en el día, la rubia se encontraba yendo de entrevistas a entrevistas buscando su trabajo perfecto, pero cada día le era más difícil. Sin embargo, siempre contaba con Chandler para no rendirse y seguir buscando.

Ambos entraron al apartamento de Chandler y Joey, encontrándose a Oliver, a Joey y a Ross, quienes saludan a los recién llegados.

— ¿Cómo te fue? ¿Conseguiste algo?

—No, aún no—responde Madison a Oliver, quien se había apresurado en preguntar, hace una leve mueca. —Está bien, sé que encontraré trabajo.

—Por cierto, Chandler te llegó este paquete.

— ¿Ya llegó? —interroga soltando la mano de Madison al instante, haciéndola soltar un bufido cansada.

—Genial, llega una máquina a reemplazarme.

— ¿Ves, Ross? No eres el único que tiene que decidir, Chandler ahora tendrá que decidir entre ese aparato y Madison.

—Eh, no, no me compares porque yo no tengo nada que decidir—habla Chandler sin dejar de abrir la caja para ver la impresora. —Que hermosa es.

— ¿Hablas de la impresora? —pregunta Madison, pero parecía más una afirmación.

—Ss.. No, claro que no—responde Chandler cuando se gira a mirar a la persona que le había hablado, dándose cuenta que era su novia. —La única hermosa en esta sala eres tú, amor.

—Él lo hace ver tan fácil—habla Ross colocándose de pie, empezando a caminar de un lado a otro. —No sé que voy a hacer... ¿qué debo hacer? Estoy viviendo una horrible pesadilla.

—Sí, lo sé... —habla Chandler aún abrazando la cintura de Madison. —Tiene que ser muy duro. Dios mío me quieren dos mujeres... las dos guapas y sensuales. ¡Se me salen los billetes de la cartera y me aprietan los zapatos de diamantes!

| Don't Let Me Go |《Chandler Bing》[2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora