Capítulo 9

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-          Ella tiene razón...

Loki dio la espalda a la barrera dorada. La voz de Frigga lo sacó de sus cavilaciones. La mujer, de porte regio y ropas elegantes, esperaba en medio de la habitación. Sus ojos parecían haber llorado, pero el resto de su cuerpo transmitía tranquilidad, seguridad. Su esencia amor y paz.

-          ¿Ella?

-          Sabes a quién me refiero. Rosalie sólo intenta ayudarte.

-          Si tú lo dices... —el dios del engaño ocupó asiento, apoyando en sus rodillas las manos, y en las manos la cabeza. Aquellas falsas ilusiones con los espectros creados en su cabeza solían entretenerle lo suficiente para olvidar el tiempo. Lo que no entendía era por qué, en aquella ocasión, su mente decidió usar inconscientemente la imagen de Frigga, en vez de Odín, con quien era más fácil descargar su furia.

Hacía dos días que sentía en su interior algo inquieto. No malos presentimientos... sino una sensación molesta de tristeza, desazón. Algo no parecía estar en orden, y no sabía si era a causa de la maldita conversación con Foster, o el simple hecho de lo herida que ella pareció al irse. Y tan herida debía de estar que no volvió a pasearse por la prisión. ¿Sería ella ese dolor de estómago? Lo dudaba... A él nunca le habían importado los sentimientos de los mortales, y menos iban a importarle los de una idiota tonta rubia. Pero esos pensamientos tampoco servían para aliviar la inquietud.

-          Deberías pedir a los guardias que la trajeran. Estoy segura de que echas de menos su compañía.

-          Al contrario, Frigga. No veía el momento de librarme de ella.

-          ¿Por qué te comportas así con ella? ¿Con su raza en general? Es algo que no entiendo...

-          Los humanos fueron creados para ser gobernados. Al final, siempre se arrodillan.

-          Todos somos iguales en los siete reinos, Loki...

El joven rió con fuerza.

¿Iguales? Era bastante gracioso, puesto que los asgardianos vivían unos cuantos siglos y ascendían al Valhalla. Aquellas palabras se asemejaban tanto al pensamiento de Odín. Pero ninguno se daba cuenta... los humanos se mataban entre ellos, se destruían mutuamente...Eran una raza caótica, sin valores, que necesitaban de manera inmediata un rey, un orden. Loki había sido perfecto, podría haber hecho muchas cosas con Midgard... Pero Thor siempre tenía que interponerse en su camino, siempre tenía que ser él el rey, el dios salvador, el elegido. ¿Acaso Loki no tenía derecho a triunfar también? ¿Por qué no le dejaban gobernar? ¿Por qué no se le permitía demostrar su valía?

Thor... un inmaduro, impulsivo, bruto, arrogante. Era demasiado estúpido para el bienestar de Asgard.

Sin embargo, Loki era inteligente, meticuloso, reflexivo, previsor. Era un gran estratega, un táctico perfecto. ¿Tanto le costaba ver a Odín la mejor opción para los siete reinos? ¿No estaba suficientemente claro? Su amor irracional a Thor causaría la destrucción de su país.

-          Loki... Tú no eras así antes... Eras un buen niño, cariñoso y comprensivo...

-          Yo sólo recuerdo a una sombra viviendo detrás de la majestuosidad de Thor y Odín —respondió él amargamente.

-          ¿Majestuosidad? Os criamos en igualdad de condiciones.

-          ¿Eso crees tú? Porque yo recuerdo perfectamente cómo Odín prefería a Thor antes que a mí.

El precio de la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora