Capítulo 13

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- Menos mal que te encuentro, Loki...

- Que haces tú aquí?

-Voy a llevarte de regreso a Asgard, hermano.

- Yo no soy tu hermano. Odín ya te lo ha contado...

- Todos hemos cometidos errores, Loki. Pero estamos dispuestos a solucionar nuestras diferencias. Ven conmigo...

- No. No quiero nada de Asgard.

- Cómo puedes decir eso? Todo el mundo sufrió mucho cuando desapareciste... Te seguimos queriendo...

- Sufrió Odín?

Loki aún sentía el dolor de la traición, el sabor de la decepción. Odín había jugado tan bien sus cartas... Thor lo intentaba... pero no conseguiría nunca borrar esa sensación de triunfo que destilaba. Loki no quería saber nada de ninguno de ellos, ni de reyes, príncipes, presidentes. Todos eran iguales. Pisaban cabezas, manejaban las vidas de los demás, repartían órdenes, mentían... Loki lo sabía muy bien...

Thor lo agarraba con fuerza de los brazos. Acaso creía que aquello daría más fuerza a sus palabras?

- Todos lo hicimos.

- Serás un gran rey, Thor. Mientes igual de bien que tus antecesores. Digno de un Odinson.

- No te miento!

- Desaparece de mi vista, príncipe. Deja tranquila mi vida.

Thor intentó dormir la rabia que crecía en su interior. Su plan para traer de vuelta a Loki no estaba resultando como quería. Había ensayado unas pocas frases, un manejo rápido y sencillo de la situación. Frigga habría estado tan agradecida por devolverle a Loki... y aquello serviría para terminar de ganarse el favor del pueblo asgardiano. Pero el maldito Loki tenía que poner siempre las cosas difíciles.

- No pienso irme sin ti.

- Pues tienes un problema. Yo no quiero irme.

Loki notó cómo Thor alzaba su martillo, dispuesto a llevarlo inconsciente a Asgard. Loki estaba listo para desaparecer.

Una sombra, con una cabellera rubia, observaba desde un árbol. Estaba aterrorizada, muerta de miedo. Sus ojos se encontraron con los de él...

- Loki?

Rosalie...

Loki abrió rápidamente sus ojos. Fue difícil acostumbrarse a la niebla del lugar. La nieve caía a su alrededor, adornando su ropa y ocultando su visión. Los icebergs de hielo se alzaban imponentes a su alrededor, amenazantes y mortales, fríos y peligrosos. La oscuridad de Jotunheim siempre había sido así de peligrosa... tenía un encanto que pocas personas podían apreciar... pero era demasiado fuerte el miedo que infundía en los visitantes.

Aquél mundo debería haber sido su reino... Loki debía haber ocupado el trono tras la muerte de su padre Laufey. Pero nunca quiso nada de aquella gente, de aquellos gigantes que dejaron morir a su madre biológica.

Una inocente hechicera de Vanuheim, raptada, violada y maltratada por Laufey, cuyo destino fue dar a luz al heredero. Un heredero distinto al resto de los Gigantes de hielo, condenado a morir días después de su nacimiento.

Nada más nacer Loki, Laufey asesinó a la hechicera en el lecho. El bebé fue inspeccionado por los médicos... para encontrarse con un ilusionista, cambiante de formas, de muy baja estatura respecto a los jotunheims.

Lo único que Loki agradeció, fue la oportunidad que Odín le brindó el día que atacó la fortaleza de Laufey... el mismo día previsto para el sacrificio del bebé.

El precio de la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora