Capítulo 6

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POV BILLIE

Mientras entraba a mi apartamento, mis ojos desmenuzaron el correo por sexta vez. Leí la línea que más me estaba molestando por séptima, octava, novena vez.

"Estoy segura que puedo encontrar a alguien más en la agencia que aceptaría".

Mi frente se frunció cuando un sentimiento que no pude reconocer muy bien apretó un nudo dentro de mi pecho. Me habían dado de baja en cuestión de horas.

Era la jodida Billie O'Connell. A mí no me daban de baja. Se peleaban por mí, maldición. De ninguna puta forma le recomendaría a alguno de los otros chicos o chicas. Si ella quería un acompañante, me tendría a mí, o no tendría a nadie.

Aplasté mi ira irracional y escribí lentamente.

* * * * * * * * * * * * * * *

Para: DuraznitoOutlook.com

De: BillpostrecitoMPT.com

Asunto: ¡Caray, espera! No te adelantes.

Maya, mi pastelito,

Por favor, perdona mi respuesta tardía. Estaba almorzando con una amiga y no quería ser esa chica. Ya sabes, ¿esa chica que está más interesada en su celular que en su amiga?

Aunque he sido completamente tentada a ser esa chica cuando leí tu correo.

Además, sí, eso es definitivamente algo con lo que puedo ayudar. Consideraría un privilegio ser la mujer que escojas para el trabajo.

Todavía disponible,

Billieamante del chocolate... cualquier chocolate... todo el chocolate.

* * * * * * * * * * * * * * * *

Luego de enviar el correo, llamé a MPT. Candace, la recepcionista, me debía un favor, y lo iba a cobrar.

—MPT. Le habla Candace. ¿Cómo puedo ayudarle?

Sonreí. Candace era una mujer de unos sesenta y tantos años que actuaba como una veinteañera. Tuvo a sus hijos a temprana edad y era bisabuela por partida doble. También, me amaba hasta la mierda.

—Candy, dulzura, ¿cómo te encuentras en este fantástico día? Gruñó una risa ante mi excesiva alegría.

—Estoy bien, gracias, Billie. ¿Qué puedo hacer por ti, cariño?

Odiaba hacerlo, pero sentí que necesitaba hacerlo. Nadie sería mejor para atender a Maya más que yo.

—¿Recuerdas cuando te encontré durmiendo en tu escritorio y te desperté antes que alguien te viera? Dijiste que me debías una. Estoy reclamando ese derecho.

Hizo un sonido en lo profundo de su garganta y luego preguntó sospechosamente:

—¿Y cuál sería ese favor?

No perdí mi tiempo andándome con rodeos.

—Necesito que revises la recepción de correos. Hay una nueva clienta que probablemente tratará de reservar con otra chica. Necesito que le digas que no hay nadie disponible. Nadie a excepción de mí.

Candace suspiró.

—Bill, cielo, no lo sé. Me podría meter en muchos problemas.

—¿Vas a decirle a alguien? Porque yo no. Será estrictamente entre tú y yo. Además, la clienta puede que nunca haga la cita. Todo esto es un escenario figurativo.

Casi pude escucharla poner sus ojos en blanco.

—De acuerdo. Dame su dirección de correo electrónico. —Le di el correo de Maya y esperé—. Bueno, no ha pedido cita todavía, Bill. Si lo intenta, te enviaré un mensaje de texto.

Sobre anoche (Billie Eilish y Tu) G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora