Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro. Tampoco la imagen me pertenece y los créditos son para su creador.
Shion, permaneció frente a la cama, donde minutos atrás, fue golpeada mentalmente, por el hombre al que amaba. Lo había ido a buscar, debido a los rechazos que recibió mediante las llamadas y mensajes de texto. Ellos se veían a menudo y esta, era la primera vez, que su amante la dejaba de lado durante tanto tiempo. Sin mas opciones, se encaminó hacia la mansión Otsutsuki, donde vivía Indra. Los empleados ya la conocían y no le impidieron el paso, hasta la habitación del moreno.
Lo miró durmiendo, como solía hacerlo. Sin camisa y solo vistiendo bóxers. Luciendo como todo un dios griego y pudo comprobar, que había estado bebiendo hasta quedarse dormido, ya que el olor a alcohol, era fuerte. Sin hacer ruido entró al baño y se vistió con la sexy lencería que compró especialmente para provocarlo.
Subió en la gran cama, gateando hasta llegar a donde estaban los bóxers y los retiró lentamente. Una vez que lo tuvo sin nada de por medio, se dedicó a darle, lo que siempre lograba enloquecerlo. Introdujo el ya semi erecto miembro masculino en su boca y sonrió complacida, cuando lo escuchó jadear. En poco tiempo, las manos masculinas, tomaron la cabeza de la chica, para ayudarla a marcar el paso, justo como le gustaba.
El Otsutsuki, se dejó hacer, mientras permaneció con los ojos cerrados. Su cerebro le jugó una mala pasada y se imaginó a Hinata. Estaba seguro que era ella, o así, lo quiso reproducir debido al alcohol.
La chica se despojó de las prendas que llevaba puesta y se subió sobre él. La hombría del Otsutsuki, estaba lista y ella, ya se hallaba totalmente mojada por la exitasion.
Shion comenzó a moverse, de arriba hacia abajo ayudada por las manos del varón, el cuál no dejó de imaginar a la hermosa ojiperla. Cuando estaba por llegar, se movió con más ímpetu—Ahhh, Hinata así mi amor así... has los que quieras conmigo... yo soy todo tuyo—la chica se tensó y el azabache terminó de expulsar toda su semilla.
—Que soy Shion, maldita sea... ¿como te atreves a llamarme por el nombre de otra?—le lanzó un golpe en el rostro, antes de levantarse muy molesta. Indra, no le prestó atención y se giró quedando de lado. No había pasado un minuto, cuando ya se escuchaba roncando. Durante el tiempo que llevaban juntos, nunca le dijo, lo que acababa de decir, creyéndola otra persona. Indra siempre fue dominante en la cama y a ella le decía que era suyo. Se limpió una lagrima y enfureció más.
Se vistió frente a la cama sin dejar de verlo. Ya sabía que la rechazaba por esa tipa, no obstante, también se enteró que se acostaba con otras mujeres, para evitarla a ella, pero comprobar al cien por ciento, que aunque se acostara con muchas mujeres, a la única que se imaginaba era a la tal Hinata, fue un golpe que dolió en todo su orgullo.
Maldita y mil veces maldita, se dijo con los puños apretados rayando en la ira. Ella pensó que luego de tanto tiempo sin verse, Indra accedería a darle otra oportunidad, pues desde la noche de la subasta, la echo y se negó a volver a verla.
Furiosa con lo acontecido, echó una última mirada a su amante y se dispuso a salir del lugar. Debía hablar con sus contactos, esta vez, no iba a desistir, necesitaba saber absolutamente todo de esa estupida si quería quitarla de en medio. No iba ser, ni la primera, ni la última vez, que se deshiciera de un estorbo y la insípida esa, no sería la excepción. Después de todo, viviendo en medio de muchos lobos, era muy fácil acorralar y ponerle fin a la existencia de un cordero. Esa mocosa se arrepentirá de haberse interpuesto entre Indra y ella. La usaría para desquitarse de la humillación que acababa de tener.
[...]
—Gracias por todo lo que hizo por mi, si no hubiera sido por ustedes, quizás en estos momentos...—la joven se aferró mas a la camisa del azabache. Madara se levantó con ella en brazos para calmarla y convencerla de salir de ahí, no era el mejor momento para enfrentarse al pasado, el estado de ánimo de Hinata no era bueno para el mar de recuerdos que le venían a la mente estando en el lugar donde perdió a sus padres.
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El cordero
Fiksi PenggemarDos amigos desde niños, crecieron continuando con los negocios ilícitos, que han manejado sus familiares desde mucho tiempo atrás, incluso antes que ellos nacieran... se convierten en acérrimos enemigos, dividiendo todo y tomando diferentes bandos y...