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Italia Fascista, finalmente, optó por callarse y dirigirse hacia su habitación, donde estaba Imperio Japonés viendo anime con Japón

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Italia Fascista, finalmente, optó por callarse y dirigirse hacia su habitación, donde estaba Imperio Japonés viendo anime con Japón. El japonés mayor miró al italiano con una sonrisa al verle aparecer, y luego volvió a mirar a Japón.

Italia, por otra parte, no había movido un músculo de donde estaba. No dejaba de preguntarse por qué narices los latinos habían hecho ese comentario. ¿Quizá para reírse de él? ¿Para fastidiarle?

Pasaron diez minutos, en los que Italia decidió no pensar en nada. Hasta que el timbre de la casa sonó, y aquello alertó a Italia. Por fin volvía Rusia, había sido muy aburrido estar diez minutos sin hacer ni decir nada.

Caminó hasta la puerta de la entrada, para luego abrirla. Estaba listo para recibir a Rusia, pero... No lo hizo. Principalmente porque la persona que estaba allí no era su amigo soviético.

Le dirigió una mirada asesina a Argentina, quien hizo exactamente lo mismo.

—¿Qué haces aquí?—Gruñó Italia, con rabia. Maravilloso. La última persona que quería ver estaba allí, parado en la puerta de su casa, mirándole con cara de querer matarle.

Argentina no respondió. Le agarró del brazo y entró a la casa. Italia iba a protestar, pero el argentino le mantuvo callado, mientras le dirigía a quién sabe qué lugar.

Acabaron por llegar a la habitación del italiano, donde Argentina cerró la puerta y acorroló a Italia contra una pared, apoyando sus manos a ambos lados del italiano.

Italia simplemente se sentía demasiado incómodo y también algo confuso por el comportamiento de su ex pareja.

—A-Argentina, ¿Qué haces?—Preguntó Italia, desesperado por escapar de aquella habitación, al ver que Argentina se acercaba a él, aunque con el ceño fruncido, y quedaban prácticamente pegados.

—Italia—llamó el argentino, en un susurro que hizo que a Italia se le pusieran los pelos de punta. Ahora ya no le gustaba sentir al argentino tan cerca de él. Sólo deseaba que se separara de una vez, pero no pudo hacer nada por lograrlo.

Italia trató de librarse una vez más, pero Argentina frunció el ceño, enfadado, y se lo impidió, poniéndole sus manos sobre su pecho y empujándole contra la pared con todas sus fuerzas para que Italia no pudiera escapar más. Argentina sólo retiró una mano del pecho del italiano, para retenerle un brazo, mientras que el otro seguía libre.

Mantuvo su otra mano en el pecho durante varios segundos más, haciendo que a Italia se le subieran los colores al verse tan cerca de Argentina. Ya no le gustaba el argentino, pero no podía evitar sentirse nervioso cada vez que se veía tan cerca de él.

Argentina se percató de ello y alzó una ceja.

—¿Te gusta?—Preguntó el latino, mientras apretaba más fuerte a Italia contra la pared. Italia no sabía si con eso buscaba hacerle daño, pero estaba muy nervioso.

A chiste ❀ ~ España × Italia ✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora