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Italia estaba nervioso

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Italia estaba nervioso. Muy nervioso. Tenía la sensación de que se iba a desmayar en cualquier momento. Había elaborado junto a Alemania y Grecia un plan para quedar con España y no hacer el ridículo. Y también para empezar a planear el proyecto que tenían que hacer juntos.

Suerte que la griega había conseguido mantener a raya a Alemania para que no se viniera muy arriba con los planes. También que habían conseguido que el alemán se quitase de la cabeza su estúpido plan de llevar un pinganillo en la oreja mientras él y Grecia le chivaban lo que tenía que decir. 

Inspiró hondo por cuarta vez, buscando a España con la mirada, ansioso por que apareciera. Su corazón iba a mil.

Casi se desmayó cuando vio al español entrar por la puerta de la cafetería. Sonrió con nerviosismo y se levantó de la silla para ir a saludarle. España se veía muy tranquilo y sonriente. Le saludó con dos besos en las mejillas y le propuso sentarse ya. 

Fue el español quien tuvo que iniciar la conversación, ya que Italia estaba demasiado nervioso como para hablar, y España lo notaba. Sonrió tiernamente,

—¿Y cómo van las cosas en tu casa? En la mía Argentina y Noruega andan enfadados porque Noruega se acabó los cereales favoritos de Argentina y no quiere comprarle otra caja exclusivamente para él—habló. Italia sonrió también, un poco menos nervioso, aunque sintiendo igualmente que se iba a morir. 

—Bueno, en la mía mi padre se pasa el día montándole drama a Imperio Japonés por la más mínima cosa—España se rio, lo cual hizo que Italia se sintiese un poco menos incómodo que al principio.

(...)

—Míralo, parece imbécil—soltó Japón, desde otra mesa más alejada de la de el italiano y el español, junto a Alemania y Grecia, quienes iban de incógnito con unas gafas de sol y una mascarilla.—Definitivamente, tenemos que hacer algo para solucionar esto.

—Tienes razón—habló Alemania, sintiéndose como uno de esos espías secretos que salían en las películas—puede que España se divierta con él, pero al final acabará pensando que es raro. No sé de qué hablan, pero me juego lo que sea a que lo único que dice Italia son estupideces.

Grecia se dedicó a quedarse callada, tratando de escuchar qué decían los dos amigos, varias mesas más allá. Aunque con Japón y Alemania hablando todo el tiempo le estaba resultando una tarea complicada.

—¿Y qué vais a hacer para solucionarlo?—Preguntó la griega, malhumorada por lo mucho que molestaban esos dos.—¿Vais a aparecer ahí en medio y a gritarle a Italia que hable de algo normal, si es que no lo está haciendo ya?

Tanto Alemania como Japón se giraron hacia ella. La japonesa no dijo nada, aunque, en cambio, el alemán frunció un poco el ceño y la miró.

—¿Acaso quieres que todo salga mal y que España piense que Italia es raro y que nunca más quiera quedar con él?—Preguntó, aunque sin tono enfadado. Grecia resopló y miró hacia otro lado. Definitivamente, no había forma de que nada saliese bien cuando esos dos estaban cerca.

A chiste ❀ ~ España × Italia ✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora