—Está por aquí— habló el de cara tatuada, dándole paso a una sala con varias camillas, aunque solo una de ellas estaba ocupada.
Conway dejó a un lado a aquel hombre y se aproximó a donde estaba su compañero, totalmente dormido y con varias vendas por todo su cuerpo.
—¿Cual es el diagnóstico?— preguntó sin apartar la mirada de Volkov.
—Ha tenido varios golpes, el más grave en la cabeza. Mis compañeros le han hecho transfusiones de sangre debido a la elevada cantidad que perdió de camino a aquí— suspiró— También tiene una costilla rota, por lo que le hemos sedado para que no note el dolor— el de cara tatuada dejó de observar al ruso para mirar a Conway, quien le daba la espalda— Se pondrá bien, pero va a tener que quedarse aquí un par de días antes de que le podamos mandar a casa.
Conway cerró los ojos, aliviado por aquellas últimas palabras. No podía pensar en perder a alguien de la malla, y mucho menos a alguien tan cercano como lo era Volkov. Aún así, iba a vengarse por lo que aquel delincuente le había hecho a su amigo.
Entonces se giró, dando por finalizado el tema de Volkov, al menos en aquel momento, y encaró al de cara tatuada, quien tragó saliva ante lo que sabía que venía.
—Dr. Muerte... Así te llaman, ¿no?— preguntó, recibiendo una respuesta afirmativa por parte del mencionado— Podría hacer que te echaran ahora mismo a la calle. Lo sabes, ¿verdad?
Claudio miró al suelo mientras suspiraba. Tenía claro que aquello le podía traer problemas, pero nunca se imaginó que el mismísimo Jack Conway le estaría amenazando por culpa de ello.
—Lo sé.
—Has puesto en peligro la vida de dos personas que además pretendían engañar a la ley. Es un delito grave— continuó con su semblante serio bajo la nerviosa mirada del tatuado.
—Sé que hice mal, pero traté de vigilarlos— habló cohibido— Les hacía exámenes semanales para asegurarme de que estaban bien, pero a Gustabo se le fue de las manos— Conway apretó la mandíbula al escucharle pronunciar su nombre— Intenté que lo dejaran y que recapacitaran sobre las consecuencias que acarrearía todo aquello, pero aún así les ayudé, y sé que no debería haberlo hecho.
—Gustabo está mal por culpa de esos supresores, y sabes tan bien como yo que un omega en su estado corre el doble de peligro. Sabías para qué querían los medicamentos, deberías haberlo visto venir, deberías haber sabido que esos dos anormales harían lo que fuera para entrar al cuerpo— escupió furioso— Has cometido una negligencia, y eso, en tu profesión, causa muertes.
—No les habría metido al cuerpo de no ser por eso— habló Claudio de pronto, sorprendiendo al alfa.
—¿Por qué no iba a hacerlo?— respondió fastidiado— Ya han habido omegas en el CNP.
El Dr. Muerte se mordió el interior de la mejilla, sabiendo que se iba a meter en un terreno demasiado peligroso.
—Hace mucho que no— habló casi en un susurro— Y todos sabemos por qué.
Conway se tensó ante aquellas palabras. Había intentado contenerse, pero la ira volvía a apoderarse de él, igual que la ansiedad que le producía hablar de aquel tema tan prohibido en la ciudad de Los Santos.
—Será mejor que te calles.
—Yo ayudé en el caso— continuó sin importar las amenazas— No tenía que morir, hicimos todo lo que pudimos— Conway se acercó al alfa y le empujó contra la pared, agarrándolo de nuevo por el cuello de la camisa, pero esto no detuvo al tatuado— No puede condenar al resto por lo que pasó aquella noche, no se lo merecen, y estoy seguro de que ella pensaría lo mismo.
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¿𝑶𝒎𝒆𝒈𝒂? 𝟏𝟎-𝟒
Fanfiction¿Podían entrar dos omegas al Cuerpo Nacional de Policía? La respuesta era clara, no. Pero, ¿y si nadie se enteraba? "-Eres...¿omega?" "- 10-4" _______________________________________________ •Omegaverse [alfa x omega]. •Personajes del roleplay, no l...