Conway aprovechó para guardar la comida que había traído en la nevera y en las estanterías, y, en cuanto estuvo hecho, siguió al menor hasta al salón, donde se lo encontró en el sofá viendo la tele.
—¿Cómo estás?
—Pues ahora tumbado— vaciló mientras se estiraba más en el sofá.
—Sabes a lo que me refiero, capullo.
Gustabo chiscó la lengua en un gesto de disconformidad.
—No está tan mal, va por momentos.
A Conway pareció servirle aquella respuesta, pues asintió a pesar de que el omega no podía verle, y tomó asiento en el pequeño hueco que quedaba.
—¿No está muy mayor para andar despierto a estas horas, abuelo?— volvió a hablar el rubio en un tono de burla.
En cierta forma le molestaba la actitud del mayor, pues tenía una ligera idea de por qué aquel hombre estaba haciendo todo aquello por él. Sus lazos estaban empezando a crearse aunque ellos no quisieran, no era algo que se podía evitar, pero ver cómo Conway actuaba así con él, como si aquello no estuviese pasando, no le gustaba, en absoluto.
Su omega se sentía rechazado y tenía claro que él también podía jugar a su juego.
—Te agradecería que dejases esa actitud pasivo-agresiva de una puta vez.
—Estás en mi casa, así que tendré la actitud que me salga de los huevos.
—Te estoy ayudando, Gustabo— respondió ya cansado.
—Nadie te lo pidió
Entonces el alfa frunció el ceño, volviendo su vista hacia el rubio que descansaba a su lado. El menor notó aquello al captar la ira en su aroma.
—Tu omega me lo pide— gruñó— Cada puta vez que no estoy contigo te noto tocándome los cojones en mi puta cabeza.
—Eso no es culpa mía— interrumpió algo más cohibido.
—¡Ya sé que no!— respondió todavía más alto— Pero es así, y mi alfa también me toca las pelotas porque no me deja negarme— suspiró intentando calmarse para después continuar, en un tono más relajado— Necesito estar aquí y saber que estás bien, que no hay ningún otro alfa cerca tuya.
Gustabo ocultó una pequeña sonrisa ante sus palabras. Su omega estaba contento, y él también, y quería ver a dónde llevaba toda aquella conversación.
—Es decir, no dejas que ningún alfa me atienda durante mi celo pero tú también te niegas a ayudarme— vió como el alfa volvía a mirarle— Eso es egoísta.
—Es instinto, Gustabo— respondió serio— Lo sabes bien, porque sino no me habrías llamado a mi la última vez.
"Justo en el orgullo", pensó.
—Entonces, si es instinto, ¿por qué nunca me ayudas cuando mi omega te lo suplica?
El mayor volvió a apartar la vista, se estaba metiendo en un terreno peligroso y no le estaba gustando.
—No quiero hablar de eso.
A pesar de que Gustabo quería seguir con la conversación, pudo notar el cambio en la actitud del alfa. Su tono era más nostálgico, por lo que sabía que no era apropiado seguir con aquello. Así, se sumieron en un silencio que solo era interrumpido por la televisión, aunque ninguno de los dos le prestaba atención, hasta que el estómago del menor comenzó a rugir.
—¿Has cenado?— preguntó Conway al notarlo.
—No— respondió en un murmullo.
Entonces el alfa se levantó y empezó a caminar hacia la cocina.
—Iré a hacer la cena.
Ambos comían en silencio. Se había instaurado un ambiente algo tenso por su anterior discusión, aunque Gustabo apenas se había dado cuenta, pues en su mente no paraba de repetir las palabras que se habían dicho el uno al otro.
—Así que...— habló por fin— ¿Mi omega le molesta?
Conway levantó la mirada dejando de lado la comida de su plato. Se dio cuenta de que le había dejado claro que a su alfa no le molestaba, sino todo lo contrario, pero había sido tan brusco a la hora de decírselo que había dicho cosas que no eran.
—No— respondió tras unos segundos mientras volvía a centrarse en su plato— Y tú tampoco, por mucho que lo intentes.
El menor sonrió discretamente al escuchar aquellas palabras. Siguieron comiendo en silencio, aunque esta vez la tensión había disminuído notablemente. En su lugar, Gustabo comenzó a ponerse nervioso. Conway estaba en su casa, el alfa al que tanto reclamaba, durante su celo, y no parecía tener intenciones de irse.
Un remolino de preguntas empezaron a formarse en la cabeza del menor, cuando Conway decidió levantarse y recoger la mesa tras haber terminado ambos la cena.
—Deberías tomarte ya el somnífero.
El rubio asintió, sabiendo que aquello era lo mejor en aquellas condiciones, sobre todo al notar cómo algunos síntomas volvían a aparecer, aunque aquello era evidente que iba a pasar estando aquel alfa con él.
—Y, uh...— dudó al hablar— ¿Dónde va a dormir?
Conway le miró durante unos segundos. Había notado cómo el omega cambiaba su forma de dirigirse a él dependiendo de sus intenciones y de lo cómodo que estuviera. Algunas veces le tuteaba cuando se le insinuaba o se ponía a juguetear, aunque suponía que en esos momentos el que hablaba era su omega, su parte más instintiva, puesto que en el resto de ocasiones solía tratarle de usted, aunque la situación no fuera formal.
—Hace menos de dos horas me dijiste que iba a dormir en el puto sofá— se burló imitando las palabras Gustabo, por lo que el menor rodó los ojos.
—Entonces...¿va a dormir ahí?
Conway sabía que era lo correcto, aunque una parte de él no quisiera.
—Será lo mejor.
Y dicho aquello salió de aquella sala para volver al salón.
—Sí, quizás tenga razón— murmuró para sí mismo el menor.
Él también se levantó de aquella mesa en la que acababan de cenar y buscó entre las cosas que había traído Conway las pastillas. El celo iba a volver a aparecer y era mejor que le pillase dormido. Tras tomarse el somnífero, se dirigió al lugar en el que estaba Conway.
—¿Va a dormir así?— preguntó extrañado al verle aún en traje.
—Claro que no, capullo. He traído ropa de mi casa.
—Ah...— murmuró el rubio viendo cómo el mayor cambiaba de canal— Pues, me voy a dormir, si necesitas algo búscate la vida.
Y tras decir eso de metió en su habitación sin ni siquiera esperar la respuesta de Conway. No podía negarlo, por mucho que aquel viejo le fastidiara, le encantaba sacarlo de quicio.
—Puto anormal— dijo entre dientes mientras dejaba a un lado la tele y se disponía a ponerse algo cómodo para dormir.
Pues eso era lo que esperaba, dormir, aunque sabía muy bien que aquellos planes podían verse interrumpidos en cualquier momento.
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¿𝑶𝒎𝒆𝒈𝒂? 𝟏𝟎-𝟒
Fanfiction¿Podían entrar dos omegas al Cuerpo Nacional de Policía? La respuesta era clara, no. Pero, ¿y si nadie se enteraba? "-Eres...¿omega?" "- 10-4" _______________________________________________ •Omegaverse [alfa x omega]. •Personajes del roleplay, no l...