Horacio consiguió salir del hospital de forma bastante más discreta que la de su hermano, esquivando a Conway igual que había hecho anteriormente. Al salir, buscó con la mirada a dónde podría haber ido su hermano, hasta que vio su figura haciéndole gestos exagerados desde un callejón.
—¿Te ha visto?— preguntó el rubio de forma rápida en cuanto llegó.
—¿Que sí me ha visto a mi? ¡Pero si eras tú el que estaba llamando la atención! ¿No te ha pillado?
—Pues no— respondió simple.
Horacio frunció el ceño, confuso ante tal información.
—¿Estás seguro?
—Sí, en cuanto le vi llegar huí— dijo encogiéndose de hombros— Pero bueno eso da igual, ¿que tal tu niño enfermo?
El de cresta resopló nuevamente aliviado.
—Está bien, me dijo que no tardarían mucho en enviarle a casa.
—Menos mal— respondió— ¿Quieres que me quede un rato contigo?
—¿Crees que estarás bien con lo del celo?
—Sí, de momento estoy de puta madre, y en la casa de Conway ya empiezo a aburrirme.
—Está bien.
El de cresta se había quitado más de un peso de encima. Había vuelto a ver al ruso, cerciorándose de que estuviera bien, y, de una forma un poco cruel, se habia librado del celo, lo cual era un punto positivo para todo lo malo que había pasado. Tomarse una cerveza con su hermano le parecia una grandísima idea para celebrarlo.
—Bien— dijo Conway entrando en la habitación del Comisario y cerrando la puerta tras de si— Me han dicho que en una semana podrás volver a casa, pero vas a tener que reposar.
—Es lo único que hago aquí— bufó.
—Bueno tú mejor que nadie sabes que son gajes del oficio.
Conway tomó asiento a su lado mientras hablaba, dejando caer la cabeza hacia atrás, apoyándola en la pared mientras se relajaba.
—Y una costilla rota no se arregla tan fácilmente— volvió a hablar.
El ruso se paró a pensarlo. Tenía razón, en cuanto se levantara de la camilla iba a notar el verdadero dolor.
Escuchó a Conway inspirar profundamente, quien, al hacerlo, notó un aroma algo dulzón. Frunció el ceño. Por suerte o por desgracia, conocía ese olor.
—Volkov— llamó confuso— ¿Por qué huele a Horacio aquí?
El mayor observó como el ruso se encogía de hombros y apartaba la mirada. Cerró los ojos y volvió a suspirar, quizás por enésima vez en el día. Algún dia sus agentes le iban a matar de un infarto.
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¿𝑶𝒎𝒆𝒈𝒂? 𝟏𝟎-𝟒
Fanfiction¿Podían entrar dos omegas al Cuerpo Nacional de Policía? La respuesta era clara, no. Pero, ¿y si nadie se enteraba? "-Eres...¿omega?" "- 10-4" _______________________________________________ •Omegaverse [alfa x omega]. •Personajes del roleplay, no l...