Escuchó unas llaves entrando en la cerradura al otro lado de la puerta, por lo que supo que Conway había llegado.
—¿Gustabo?— le escuchó decir nada más entrar.
—¿Conway?— imitó bromeando.
El mayor suspiró con pesadez, acercándose hacia donde provenía la voz, encontrándose así al omega tirado en el sofá. El rubio dejó de mirar la tele para ver al hombre a su lado, dedicándole un socarrona sonrisa.
—¿Que tal el día?
—¿Mi día?— preguntó serio— Bueno, lo de siempre, persecuciones, badulaques y gilipollas por doquier. También he ido a ver a Volkov, aunque eso ya lo sabes, ¿no?— aquella sarcástica afirmación tensó al menor, quien tragó con fuerza— Ahora que lo pienso, ¿que tal tu día? Porque creo que ha sido bastante más interesante que el mío, ¿verdad Gustabín?
Sin duda la película que veía el rubio hacía a penas unos minutos había perdido todo el interés.
—Mmm...No te creas— respondió tratando de seguir la mentira, señalando el televisor— No han hechado nada bueno, me he aburrido como una ostra.
El menor se reincorporó en el sofá para dejar hueco al mayor y así poder cambiar de tema.
—Que curioso— le escuchó decir aún con el mismo sarcasmo— Pensé que no te podrías sentar después de que te rompiera el culo.
Gustabo se sintió empalidecer, soltando una risa nerviosa ante lo que acababa de escuchar.
—¿Que dices, viejo?— dijo entre risas, haciéndose el loco— ¿Acaso tienes ganas de romperme el culo? Si quieres me pongo en 4k y terminamos ya con esas ganas que me tienes.
El mayor no cambió el semblante, en su lugar, se acercó amenazante al rubio, quien notaba un sudor frío resbalar por su espalda.
—Gustabo— empezó, dejando el sarcasmo de lado— Habeis ido al hospital cuando tendríais que haberos quedado en casa.
El mencionado suspiró, sintiendo su derrota.
—Horacio estaba mal, quería llevarle a ver a su alfa, nada más.
—¿Nada más?
Gustabo se levantó del sofá para dirigirse a la cocina o cualquier sitio en el que no estuviera el alfa. Su orgullo estaba tocado y se sentía como un niño recibiendo una reprimenda.
—Nada más.
Sin embargo, el delicado pero a la vez fuerte agarre de Conway en su brazo le detuvo.
—¿Por qué me mientes?— preguntó mirándole fijamente a los ojos, en los que Gustabo notó algo que no supo descifrar.
—No te miento, deja de ser tan paranoico viejo.
Notó el agarre intensificarse, así como aumentar la dureza en la mirada del pelinegro. El menor no quería admitirlo, pero empezaba a temer por seguir con la mentira, la cual tapaba una verdad demasiado sencilla como para estar ocultándola.
De un momento a otro, sintió su cuerpo chocar contra el del mayor, y la respiración de Conway se hizo presente en su cuello, consiguiendo que a Gustabo le recorriera un escalofrío por la espalda, sobre todo cuando notó la nariz del mayor rozar contra su piel.
—¿Q-que haces?— preguntó con un hilo de voz— P-podría venirme el celo si haces algo así.
Al cabo de unos segundos, Conway se separó lo suficiente como para ver al menor a los ojos.
—Hueles a otro alfa.
Gustabo sintió como si un balde de agua fría le cayera encima. Entonces entendió el numerito que estaba haciendo.

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¿𝑶𝒎𝒆𝒈𝒂? 𝟏𝟎-𝟒
Fanfiction¿Podían entrar dos omegas al Cuerpo Nacional de Policía? La respuesta era clara, no. Pero, ¿y si nadie se enteraba? "-Eres...¿omega?" "- 10-4" _______________________________________________ •Omegaverse [alfa x omega]. •Personajes del roleplay, no l...