-En un día como cualquier otro, Sam llega a una sesión. ¿Qué le depara el destino? No lo sabe.
Dice Sam mientras se asoma por la puerta del consultorio sacándole una sonrisita a Tyler.
-Soy el guardián de la puerta ¿tienes algo que ofrecer? Solo así podrás pasar. -Responde él con voz como de monstruo.
-Oh gran guardián, he venido a traerle esto-Ella le muestra la cajita que lleva en la mano.
-Eso es un caja ¿Qué tiene de especial?
-Es una caja, es verdad. Pero el contenido es algo que comerás.
-¿Me pregunto qué será? ¿Acaso algo de magia tendrá?
-Robin, si tuviera magia el Dr. Hale me prohibiría volver a verte.
Dice Sam saliendo de papel y Tyler pone una cara decepcionada.
-Pero puedes hacerlo ¿no?- Pregunta él.
-Siiiii, pero es de mis recetas más secretas, además no tengo la magia.
-Yo puedo conseguir la magia, no te preocupes por eso.
-Bueno, mi tía no esta los sábados en la repostería así que deberías darte una vuelta, con la magia, ya sabes.
-Oh grandiosa hechicera, el guardián de la puerta te concede el paso. Pero cuidado aún hay un monstruo que debes vencer si el tesoro quieres poseer.
-¿Terminaron?
Pregunta el Dr. Hale desde la puerta sobresaltando a Sam y Tyler, los han pillado en una, bueno, otra travesura.
-Claro, si-. Dice Tyler haciéndose el ocupado.
Sam se queda pensando en cómo hacer para vencer al monstruo que custodia el tesoro. Aunque el monstruo y el tesoro para ella no son lo mismo que para Tyler. ¿Cómo hace Daniel para ser el monstruo y el tesoro a la vez? Tal vez solo es un caballero de brillante armadura con una maldición, tal vez solo necesita una guerrera que lo salve. Pero ¿es ella una guerrera? No está segura de sentirse como una y eso la llena de frustración.
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-¿Y tú a que le tienes miedo?-Pregunta Sam.
Daniel sabe que a Sam le gusta mucho preguntar y aunque antes solía evitar darle pie a situaciones donde ella querría saber cosas acerca de él, ahora ya no parece molestarle.
-A muchas cosas.
-¿Cómo cuáles?
-Sabía que ibas a preguntar-Dice él con una sonrisa.
-¿Te molesta?
-No Sam- se queda pensativo un momento y continua-, me da miedo sentir dolor.
-¿Cómo romperte un pie o golpearte el dedo chiquito?
Daniel la mira un momento, tiene una linda carita de confusión, su pequeño dinosaurio.
-No. Dime algo, cuando te lastimabas ¿Por qué lo hacías?
-Porque era más fácil, el dolor de las heridas hacia que el otro se me olvidara.
-Exactamente, el dolor emocional es muy difícil de manejar. A veces pienso en el dolor que sentí cuando mis padres murieron y no quiero volver a sentir eso jamás, la sola idea de que vuelva a pasar me aterra.
-Entiendo, porque a mí también me aterra.
-Lo sé, por eso creo que eres muy valiente, dinosaurio.
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El Recetario del Amor
Romance"Él está de pie frente a mí, una de sus manos está apoyada en la pared a lado de mi cabeza y la otra en mi cintura, sus ojos no dejan los míos ni por un segundo y casi puedo sentir su aliento acariciando mi piel. Es como si temiera que escape de él...