๑GOLDEN EYES
Siete años lejos y no pensaba volver.
Eso hasta que Deucalion nombró al alfa por quien irían.
Volver al lugar donde nació traerá a su vida un sin fin de recuerdos y emociones que pretendía olvidar, pero reencontrarse con parte de su...
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Llevo dando vueltas por la ciudad casi tres horas y estoy agotada, por lo que me detengo a un costado de la carretera junto al bosque, recargo mi frente en el volante y pienso en mis opciones, ¿qué hago ahora?
Stiles quedó con su padre y realmente lo necesita, Lydia no dejará a Parrish solo sumido en su confusión, auto-desprecio e ignorancia de no saber qué es. Por otro lado, no he hablado con Malia en días y me preocupa bastante, al final de cuentas, es de la poca familia que me queda, y la única en la ciudad. Cachorro dos no se separará de Hayden hasta que ella pues... se vaya, puesto que es casi un hecho que ese es su destino.
Y la primera persona que viene a mi mente es él, en otro momento, no dudaría en ir y recurrir a Scott. Hasta hace unas horas, solo estar cerca del alfa me haría sentir mucho más segura y que estoy en mi lugar, pero ahora ni siquiera lo tengo a él. Y como si fuera poco, la súper luna es esta noche y ya comienzo a sentirme más sentimental de lo habitual.
Es difícil encontrar una respuesta a cuándo fue que todo se fue abajo, y aunque han pasado solo meses, añoro cuando no había más preocupaciones que despertar a la hora para ir a clases, o terminar algunos deberes y estudiar para los exámenes.
Lo que no cambia es lo mucho que extraño a mis hermanos... no me malinterpreten, adoro tener a mi papá todo el tiempo, o bueno, la mayor parte del tiempo considerando que viaja constantemente por su trabajo.
Cuando volví a Beacon y empecé a pasar tiempo con Der era maravilloso, con solo verlo me sentía devuelta a los momentos que pasé tan feliz en la mansión Hale, con mis padres y hermanos.
Y por mucho que a veces detestaba su sobreprotección cuando se trataba de la lista de muerte, que si ahora lo pienso, igual era un poco "normal", ya que estaba en peligro constante, extraño su preocupación, el desayunar juntos o simplemente ver la tele uno al lado del otro. Y lo que más extraño, son sus celos desproporcionados a Scott, es que en serio, sé que no se la ponía fácil con mis comentarios en doble sentido que en más de una ocasión hice a propósito solo para enojarlo, y reconozco que a veces me pasé, ni hablar de cuando se descontroló y golpeó al pobre al encontrarnos semidesnudos en la sala de mi casa.
No pensé que me enamoraría tan rápido y tan fuerte, nunca lo busqué tampoco, simplemente se dio y no quiero que acabe. Tomo mi teléfono, observo su foto y dudo entre llamar o no... hasta que finalmente toco el ícono verde.
—¡Hola! —su voz suena levemente sorprendida, mi corazón se acelera un poco—. So... ¿estás ahí?
—Sí, sí —sacudo mi cabeza—. Hola hermana, ¿qué haces?
