๑GOLDEN EYES
Siete años lejos y no pensaba volver.
Eso hasta que Deucalion nombró al alfa por quien irían.
Volver al lugar donde nació traerá a su vida un sin fin de recuerdos y emociones que pretendía olvidar, pero reencontrarse con parte de su...
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Nuestro sueño se vio interrumpido cuando Stiles llamó a Scott para informarle que numerosos cuerpos llegaron al hospital, así que partimos de inmediato.
—¿Quién los encontró? —interroga Stiles a su padre a penas salimos del ascensor.
—Argent —responde volteando—. Dijo que los doctores estaban ahí y que ustedes tal vez sepan qué es esa cosa.
—Tenemos una teoría —informa mi novio.
—Solo que es un poco aterradora —advierte el chico de lunares.
—El forense dijo que las víctimas fueron asesinadas en otro lado y luego tiradas por los túneles —explica el sheriff.
—¿Y si ellos esconden los cuerpos?
—¿Por qué harían eso?
—Tal vez la encubren —razona Stiles—. La protegen, como lo haría un padre.
—Proteger, ¿qué? —demanda el mayor.
—Un hombre lobo —declara el alfa.
—Y si eso no es lo suficientemente malo, lo llaman la bestia —añado y ladeo una mueca.
—Lo sabemos, horripilante —concede Stie.
—Más vale que encontremos un nombre para Parrish —suspira el sheriff—, porque parece que su sueño se hizo realidad.
Veo las camillas pasar con los cuerpos y sé que tiene razón.
***
Despierto porque mi teléfono suena con la alarma insistentemente, intento moverme hasta apagarla, pero como siempre, el brazo de Scott me rodea y me impide hacerlo.
Sonrío al ver como se apega más a mí, acaricio su nuca ignorando el molesto sonido, detallo su rostro sereno que me transmite paz y deseo de ignorar todo lo que ocurre a nuestro alrededor y quedarme entre sus brazos durmiendo todo el día. Pero claramente es solo un deseo utópico, puesto que hay un montón de problemas sobrenaturales con los que lidiar.
—Cachorro —acaricio su brazo tatuado—, despierta...
—Cinco minutos más —murmura contra la piel de mi cuello y suspiro apagando la alarma.
—Qué mala influencia eres, McCall —susurro divertida, perezosamente abre un ojo—. Deberías darme el ejemplo y ser un buen chico que me anime a ir a la escuela temprano.
—Te amo, pero en este momento, solo quiero que vuelvas a dormir. —Me da la espalda y se acurruca a una almohada.
—Lamento no poder complacerte en eso, pues me iré a duchar —informo levantándome de la cama.
