๑GOLDEN EYES
Siete años lejos y no pensaba volver.
Eso hasta que Deucalion nombró al alfa por quien irían.
Volver al lugar donde nació traerá a su vida un sin fin de recuerdos y emociones que pretendía olvidar, pero reencontrarse con parte de su...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Puedo ver la motocicleta de Scott desde el lugar donde Derek estacionó, tiene a los gemelos a cada lado.
¿Qué espectáculo darán hoy?
—¿Qué están haciendo? —cuestiono irritada.
—Ultimando recursos para entrar en la manada —responde mi hermano y me da una mirada—. ¿Qué ocurre ahora? —Golpea el volante con sus dedos.
—Es que Derek, ¡todo es tan complicado! —Me quejo—. ¿No puedo simplemente desencantarme de ellos?
—Así no funcionan las cosas, Sophie —rueda los ojos—. Comienzas a darte cuenta de que la vida es más compleja de lo que parece, pero de a poco lograrás enfrentarla. Sé que no es el mejor ejemplo, pero mírame a mí... —lo hago y una sonrisa asoma en sus labios— cuando murió Page creí que todo estaba perdido —trago grueso al recordar lo duro que fue para él la muerte de la chica.
»Luego encontré a Kate y todo fue mucho peor. —Tomo su mano derecha que está apretando fuertemente el volante—. Ella ha sido el gran error de mi vida, So —murmura—. Por mi culpa se arruinaron nuestras vidas... lo siento tanto por arruinar tu vida...
Parpadeo rápidamente reprimiendo las lágrimas.
—No fue tu culpa, Der y nunca te disculpes por tus sentimientos. —Recuerdo lo que me dijo Scott hace un tiempo, él me mira con ojos vidriosos—. Quizás no hacer las mejores elecciones de novios y novias no es lo nuestro —bromeo y rueda sus ojos. Creo que causo mucho eso en él.
»Aiden intentó matarte, ayudó a matar a Boyd, y aun así yo no puedo borrar lo que siento por él.
—¿Lo amas? —pregunta con resignación.
—No lo sé —reconozco—. Creo que antes sí lo amaba, pero...
—Apareció Scott —interviene.
—Sí —afirmo—. Nunca pensé que podría gustarme alguien tan rápidamente, él simplemente apareció y remeció mi vida por completo —confieso ante la mirada profunda de mi hermano.
Sus ojos son del mismo color que los míos, creo que es en lo único que nos parecemos.
—Pero ahora aparece la chica bardo y yo estropee las cosas al pedirle espacio. —Hago una mueca—. Realmente necesitaba claridad para pensar bien las cosas y no tomar decisiones apresuradas.
— ¿De verdad tienes quince años? —frunce el ceño levemente—. ¿Cuándo dejaste de ser la odiosa pelirrojita que se enojaba cuando no quería jugar con ella?
Ruedo los ojos y lucho contra la sonrisa.
—Los años pasan, Der. Solo mírate, ya eres todo un adulto gruñón.
