LVI. Until Midnight

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—No me gusta esto —susurro al ver a la chica descompensarse nuevamente

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—No me gusta esto —susurro al ver a la chica descompensarse nuevamente.

La acomodamos en el sofá y nos miramos preocupados, ahora hasta tenemos que tener cuidados de oficiales.

—¿Tendrá manada? —pregunta Scott con el ceño fruncido—. Su aroma me confunde.

—A mí también —reconozco y observo a las chicas—. ¿Les suena conocida?

—No, de nada —responde Lydia de inmediato, Malia también niega.

—Le prepararé algo para que coma y luego tome un baño —informo, los demás asienten—. Le dejaré ropa también, ¿puedo ir a tu habitación? —le pregunto al alfa.

—Sabes que no tienes ni que preguntar —sonríe levemente.

—Eso era cuando éramos novios —bromeo y amplía su sonrisa.

—¿Eran? —pregunta mi prima y me doy cuenta de lo que dije.

—Bueno... —miro a Scott, quien luce levemente incómodo—. Larga historia —suspiro—. Iré a preparar las cosas para darle cuando despierte.

Subo y escucho los pasos del alfa seguirme, entro a su habitación y voy a uno de los cajones donde hay algo de mi ropa, tomo una camiseta, pantalón deportivo y calcetas.

—¿Estás bien? —Scott pregunta con suavidad cuando me paralizo por unos segundos, siento sus manos en mis caderas y volteo entre sus brazos sin separarme del todo.

—Es solo que... recordé cuando hace un tiempo la loba herida que venía por tu ayuda era yo —admito y su mirada se suaviza—. Y tú no estabas en esa ocasión.

—Cuando creímos que tu hermano estaba muerto —susurra y asiento—. Ese día estaba tan preocupado porque te fuiste sin más, y no sabía dónde estabas.

—Tenía miedo. —Apoyo mi mejilla en su pecho e inhalo su aroma, cruza sus brazos por mi cintura—. Gracias por estar para mí, cachorro, aun cuando no estamos juntos.

—Para eso están los amigos —susurra levemente divertido y suelto una risita—. Lobita, ¿pudiste hablar con tu padre? —Cambia el tema.

—No, lo llamé ayer pero no responde —hago una mueca—. Volveré a intentarlo, lo necesitamos aquí.

—Lo sé. —Besa mi cabello y sus brazos a mi alrededor me aferran más a él.

Nos separamos cuando escuchamos un poco de ruido en la planta baja porque la chica despertó. Me apresuro a tomar la ropa y bajo en busca de ella.

Le sonrío y le ofrezco que tome la ducha, lo cual acepta, y me quedo atenta tras la puerta, ya que ha sufrido pérdida de mucha sangre y sigue con una bala en el cráneo.

Cuando sale ya vestida, vamos a la cocina y le ofrezco algo de comer, Scott se mantiene en silencio observándonos. Lydia y Malia se fueron hace unos minutos, es un poco incómodo el momento, porque no tenemos idea de ella, solo que fue atacada.

GOLDEN EYES || teen wolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora