XXV. One More Day

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"OTRO DÍA MÁS"


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Salgo de la ducha y Derek no demora en decirme que quiere hablar conmigo urgentemente, así que me apresuro a vestir, tiene una taza de chocolate caliente en su mano que extiende cuando me siento a su lado en el sillón.

—Nos debemos una conversación —dice con voz templada.

—¿Quieres saber si estoy teniendo relaciones con Scott? —Soy directa porque me estresa que no comprenda que ya no soy la pequeña niña de siete años que recuerda de antes del incendio—. Porque la respuesta es sí.

—¡Eres una niña! —Ruedo los ojos cansada de esa estúpida frasecita que no se aburre de repetir una y otra vez.

Ese es su argumento para todo: que soy muy chica para salir con Scott, que no puedo enfrentarme a quien trate de matarme, que soy chica para entender el mundo y blah blah blah.

—Un hipócrita. —Me mira asombrado por el tono frío que estoy usando—. Eso es lo que eres.

—¡¿Por qué demonios me dices eso?!

—¿Qué hacías tú a los quince años, Der? —exijo demasiado molesta.

—No sé a qué pretendes llegar. —Dejo la taza en la mesita y me volteo para enfrentarlo.

—Quiero llegar, a que cuando tenías mi edad no eras un inocente y virginal lobo.

—Es diferente. —Se defiende cruzando los brazos sobre su pecho y mis ojos se humedecen ante lo que estoy pensando. Soy una llorona de primera, lo sé.

—Por supuesto que es diferente —concedo—. Yo me acuesto con un chico que es solo dos años mayor que yo, y ambos somos menor de edad —aunque  falta realmente poco para que Scott cumpla 18—. En cambio tú... no puedes decir lo mismo.

—Sophie —masculla con tono de advertencia, pero lo ignoro deliberadamente.

—En el estado de California, que una persona mayor de edad tenga sexo con alguien menor se considera violación, Der, por más consensuado que sea. —Escucho su corazón aumentar la velocidad de sus latidos—. Cuando tú estabas con Kate tenía casi veinte años y tú... solo quince, ni siquiera llegabas a cumplir los dieciséis —limpio las lágrimas de mis mejillas.

»Si para ti a esta edad yo aún soy solo una niña... —respiro profundo—. Tú eras solo un niño que estaba vulnerable emocionalmente, acababas de sufrir uno de los momentos más difíciles de tu vida, y lo más horroroso que puede pasarle a un lobo.

Tomo su mano y acaricio sus nudillos que no están sanando luego de la pelea que tuvo con los imbéciles que intentaron quemarnos vivos.

—No solo cambiaste el color de tus ojos cuando acabaste con el sufrimiento de Paige, ese día se oscureció una parte de tu alma, y nunca volviste a ser el mismo —me detengo unos segundos—. Todo eso te hizo propicio para ser manipulado y abusado por Kate Argent.

GOLDEN EYES || teen wolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora