Como pudimos llegamos al departamento, sin zapatos y con el maquillaje arruinado. Entramos y todo estaba oscuro, con cuidado llegamos a la habitación, encendi la luz y vi el reloj 3:45 a.m, Kim y yo nos miramos al mismo tiempo y reímos.
—Shh, cállate Kim —dije aun entre risas y cubrí mi boca.
Apagó la luz y nos tiramos a la cama aún con los vestidos.
—Despertaremos con un horrible dolor de cabeza —habló Kim en un susurro.
—Suma los regaños que nos esperan.
—Gracias por estar conmigo, Claire.
—Sabes que siempre estaré para consolar tu mal de amores.
Reímos y aún sin ponernos pijama nos cubrimos con las sabanas.
—¿Cómo en los viejos tiempos?.
—Claro, sólo que ésta vez remplazamos las películas y el helado de fresa por botellas de licor.
—Tenemos que ver películas y comer helado antes de que te marches el lunes.
—Te voy a extrañar Kim.
Un nudo se formó en mi garganta y sentía las lágrimas quemar mis ojos.
—Yo a ti mucho más, no quiero que te vayas Claire -dijo en un sollozo.
Estaba igual de sentimental que ella.
—Tienes que ir a Berryville otra vez.
—Prometo que lo haré.
—Eres la mejor amiga y hermana que siempre deseé.
Ahora yo estaba llorando. Dios, demasiadas emociones juntas.
No quería dejar esta ciudad, pero ya sueño con regresar una vez más.
...
Como era de esperar al despertar me sentía horrible, peor que la vez del bar en el pueblo, mi cabeza quería salir disparada hacia el techo y todo me daba vueltas. Kim salió del baño y se recargó en la pared. Me miró.
-Esto es horrible de verdad. Voto por el helado de fresa. No alcohol -dijo levantando sus manos.
-Estoy de acuerdo contigo. Necesito una pastilla.
Ambas seguíamos usando los vestidos de noche y salimos al comedor, mamá y Hellen ya estaban desayunando.
-Se ven horribles -dijo mi mamá y Hellen negó con la cabeza.
-Aún llevan la ropa de ayer y llegan tarde. Muy mal -dijo Hellen.
Kim hizo un ademán con las manos y tomó un botiquín de emergencias sacando pastillas para el dolor de cabeza, me entregó dos a mi.
-¡Y ebrias también! -exclamó Hellen.
-Ya madre, por favor -dijo Kim con las manos en su rostro.
-Vayan a ducharse rápido, hoy saldremos -dijo mi mamá terminando su jugo.
-Genial, ¿Adónde? .-me acerqué y tomé un pan tostado.
-Una obra de teatro. Andrew consiguió entradas para todas. Antes de eso iremos a central park.
-No podemos ir. ¿Lo recuerdas Claire? Hoy veremos películas...
-Vamos al teatro Kim -dije mirándola y me fruncio el ceño-. Um si, ya lo recordé... no podemos.
Hellen y mamá intercambiaron miradas.
-Esta bien, que se diviertan.
-Si, lo haremos -dijo Kim tomandome del brazo llevándome a la habitación.
...
Dos tazones de palomitas, refrescos, pretzels, nachos y... ¡helado de fresa! Nos encontrábamos en la sala con todas las luces apagadas excepto por la televisión, como Kim había dicho; Hoy veríamos películas. La mesa de centro la llenamos de comida chatarra.
-Nos estamos divirtiendo aún más con Acrosse the universe de lo que pudimos hacerlo en el teatro con nuestras madres y... el doctor Simmons -dijo Kim rodando los ojos al nombrar al último y metió la cuchara llena de helado a su boca-.Ése tipo es tonto -habló con la boca llena mientras apuntaba hacia mi con la cuchara.
-Ew Kim, primero termina lo que estás comiendo -dije riendo-.Hellen está en todo su derecho de buscar una pareja.
Kim se encogió de hombros con la mirada fija en el televisor.
-No quiero que la lastimen como lo hizo el hombre que es mi padre.
Estuve a punto de hablar pero me arrepentí, Kim haría que me trague mis palabras si dijera que no todos los hombres eran iguales, entonces regresaríamos al tema Adam.
-Um, bueno te entiendo.
-Claire, el lunes regresas a Berryville, ¿No hablarás con Adam?.
En mi estomago se formó un nudo y mi pecho se oprimió. Él no hizo nada por buscarme y lo peor de todo es que yo tampoco lo había hecho.
Es lo correcto Claire.
-¡Amo los pretzels! -dije evitando la pregunta de Kim.
No era lo correcto y algo dentro de mi lo sabia, pero me repetía a mi misma que eso era lo mejor.
...
Lunes, último día en Nueva York, me voy con más ropa que con la que llegue, nos encontrábamos ya en el aeropuerto y no creí que fuera tan triste despedirme, odiaba las despedidas, pero era un 'hasta pronto' aún así triste.
Miré los taxis, puestos, tiendas y personas detenidamente para guardarlas en mi mente.
-Cuidense mucho por favor-dijo Hellen con lágrimas en los ojos.
Kim ya estaba llorando desde que salimos del taxi.
-Lo haremos, gracias por todo lo que hicieron por nosotras -dijo mamá abrazando a Kim y Hellen.
Si decía algo iba a romper en llanto.
-Iré a Berryville muy pronto, ¿ok? Llámame cuando lleguen.- Kim me abrazó mojando mi suéter con sus lágrimas.
-Lo haré.
Me giré para abrazar a Hellen.
-Cualquier cosa que necesiten llamen por favor -susurró Hellen en mi oído y asentí.
Anunciaron nuestro vuelo y con lágrimas queriendo salir le dije adiós a New York.
Minutos antes de abordar mi celular vibró en mi bolso recibiendo un mensaje, cuando lo saqué para leerlo mi corazón se oprimió, algo dentro de mi saltó de alegría, mi manos temblaban mientras leía el mensaje..., de Adam.
Soy terrible por no haberte escrito. ¿Podrías disculparme por no haber llegado antes? Maldito tráfico. No mates a Kim por tomar tu celular sin permiso para llamarme y avisar que hoy te vas. Buen viaje, deseo volver a verte de nuevo, será pronto.
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Luz Roja #PGP2024
RomansaClaire Brouss ya no era la misma chica de hace tres años, el dolor y experiencias la habían cambiado. Tras luchar con su madre enferma de cáncer se vio obligada a abandonar forzosamente sus estudios para solventar todos aquellos gastos médicos y eco...