Observo el reloj en la pared de mi habitación por tercera ocasión cómo si este pudiera retroceder y evitarme salir de mi casa, pero no era así, por lo que me obligue a mi misma a levantarme, ya estaba a punto de terminar la semana de trabajo, así que no tenía mucho de que quejarme, aunque odiara tener que salir y dejar a mamá con Mildred. Esto no parecía ser parte de disfrutar al máximo cada día, pero habían gastos y no podía simplemente darme el gusto de no ir a cumplir con mi trabajo.
Adam pasaría por mi para llevarme a la cafetería, eso me parecía un gesto demasiado lindo y me hacia sonreír como una completa tonta, sin embargo, es una sensación única que no cambiaría por nada.
Decido vestirme con uno de mis jeans deslavados y una de las blusas que Kim me había regalado. Eso me recordaba que debo llamarla.Até mi cabello y hecho esto, bajé para encontrarme con mamá, Mildred y Debby. A esta última al parecer le gustaba la idea de arruinar mi viaje con Adam y lo sé cuando me mira y guiña su ojo. Maldita.
—¿Qué tal la cena de ayer? —pregunta Mildred.
—Muy bien. Son unas increíbles personas los abuelos de Adam —responde mamá.
—Ya sólo te falta la prueba de fuego; los suegros —dice Debby.
—Sí... bueno, no quiero pensar en eso ahora —contesto nerviosa y automáticamente sonrío cuando escucho el claxon de un auto. Era Adam.
Debby y yo nos despedimos de nuestras mamás y salimos. Adam se encontraba recargado con la puerta del copiloto ya abierta, llevaba esos pantalones negros que tanto me gustaban en él y una playera de alguna banda que desconocía. Puedo notar su rostro de sorpresa cuando ve a Debby... ahogo una risa cuando llego hasta él.
—Hola Adam —lo saluda Debby y abre la puerta de atrás.
—¿Qué demonios? —susurra Adam en mi oído.
—Lo siento... no pude evitarlo. —río y no puedo evitar juntar nuestros labios.
Sin dudarlo me sigue el beso... éstos si son buenos días.
—¡Hey! ¿Podrían apiadarse de mi? —grita Debby desde el interior del auto.
Adam gruñe en mis labios y a regañadientes lo separo. Me mira haciendo pucheros y no puedo estallar en una carcajada.
—Debby me agradaba —dice cruzado de brazos.
—Deja el drama —le sonrío y doy un beso antes de subir al auto.
Podría acostumbrarme a esto toda mi vida.
Adam me lleva dentro de la cafetería para despedirse con un beso más prometiendo volver cuando fuera hora de mi salida. No podía evitar sentir que estaba viviendo en mi sueño de hadas donde ya encontré al princípe del que tanto hablan y que ha decidido quedarse conmigo.
Lo vi alejarse en el auto y suspiré como toda una adolescente enamorada.El señor Greg y Debby me miran con unas grandes sonrisas en sus labios cuando me dirijo al mostrador.
—¿Qué? —pregunto con el ceño fruncido.
—Hacen bonita pareja —dice el señor Greg.
—Ah... eso, ¿gracias?
Debby ríe y me mira negando.
—Te pones toda nerviosa —Debby no oculta para nada su modo burlesco.
—Si, bueno... ya cállate. Hoy es tu turno de servir café.
Su rostro cambia por completo y abre la boca sorprendida. Oh sí... esto será divertido
...
La tarde transcurría tranquila para ser viernes, sin embargo, eso no evitava que Debby estuviera a punto de morir en el intento de lidiar con la máquina y cobrar.
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Luz Roja #PGP2024
RomanceClaire Brouss ya no era la misma chica de hace tres años, el dolor y experiencias la habían cambiado. Tras luchar con su madre enferma de cáncer se vio obligada a abandonar forzosamente sus estudios para solventar todos aquellos gastos médicos y eco...