Luz Roja #PGP2024

Capítulo 22

Aarón

Hoy era viernes, y ya faltaba menos para comenzar con mi ingenioso plan.

Me encontraba con Ellie, sí sí, la guapa con piernas increíbles que conocí en un bar.

Estos días con ella fueron demasiado entretenidos, y debo decir que es excelente en la cama.

Hace meses que no estaba con otra mujer que no fuera Daphne. Pero, ésta seria la última si quería reconquistar a Claire.

—Debes irte Ellie, mi novia vendrá y no te puede ver aquí .—me levanté de la cama y me puse mi bóxer para buscar ropa limpia y darme una ducha antes de que Daphne apareciera.

—¿Tanto la amas que por eso te acuestas conmigo? —cuestiona jugando con la punta de su cabello. Aún en mi cama.

¿Acaso tenía problemas de audición?

—Dije que te vayas Ellie .—me acerqué a ella y dejé su ropa en la cama—. Ya conoces la salida. No quiero salir y encontrarte aquí.

—¿Así tratas a todas después de...

—A todas las que son sólo como tú .—dicho esto entré al baño dejándola refunfuñar a mis espaldas.

Tenía que pensar perfectamente en la mentira que le diré ahora a Daphne, aún no podía simplemente decirle: Oye Daphne, nunca te he amado y sólo estoy contigo por interés. Ah, y voy en busca de mi ex novia en Texas.

Bueno, esa era la verdad, pero aún no podía decir todo.

Ahora estaba Claire..., bueno, cualquier cosa que diga haré el intento para que decida estar conmigo. Así sea lo último que haga.

Salí del cuarto de baño y Ellie ya no se encontraba aquí. Perfecto.

Después de vestirme me dirigí a la sala para esperar a Daphne.

Claire, ella si que es completamente diferente a todas las chicas con las que he estado. Y si, soy el peor de los idiotas por nunca haber aprendido a valorarla. Pero más vale tarde que nunca.

Dos golpes en la puerta me sacaron por completo de mis pensamientos. Caminé hacia ella y la abrí encontrándome con una Daphne vestida muy provocativa; vestido corto, muy corto en color blanco, zapatos de tacon rojo y su cabello estaba un poco despeinado. Llevaba también una botella de vino en una mano. Me dio un corto beso en los labios y entró directo a la cocina sacando dos copas. Las únicas que tenía. No soy mucho de ese tipo de cosas, con una taza, algunos vasos y un termo para café se puede vivir, pero no, ¿cómo creen? En tazas no se puede brindar. Tonterías.

—¿Por qué el vino? —Confundido me dispongo a tomar la copa que me ofreció.

—Bueno, no lo sé .—se acercó a mi rodeando mi cuello con sus manos. Di un paso hacia atrás.

—Daphne, me iré de viaje.

Se apartó de mi y frunció el entrecejo.

Piensa en algo Aarón.

—¿A dónde? 

Odiaba esto. Daphne siempre hacia un estúpido interrogatorio.

—Texas. Habrá una, um, una conferencia..., si eso, algo genial sobre medicina y todas esas cosas aburridas para ti .—dejé la copa en la mesa sin siquiera darle un sorbo, abrí el refrigerador sacando la leche y bebí del envase.

—¿Crees que no me importa nada relacionado contigo o tu carrera?, Aarón yo puedo ir contigo...

—Pero no quiero. Me apetece ir solo. ¿No te aburre que siempre estamos juntos? Déjame respirar.

Bebí de nuevo del envase y caminé hacia el sofá para sentarme.

—¿Por qué siempre eres un imbécil conmigo? —soltó furiosa y se acercó a mi de nuevo—. ¿Hay alguien más? .—desvíe la mirada.

Sí, sí hay alguien más, siempre lo hubo.

—No, Daphne, no hay nadie más. Eres la única para mi.

Deberían darme un premio por mejor actor o algo así en la categoría "El rey de las mentiras", de verdad. Ganaría.

—Siempre dices lo mismo, pero nunca lo demuestras.

—Deja los dramas, ambos necesitamos nuestro espacio aunque sea por un día.

—¿Me amas?

Siempre, siempre en cualquier estúpida pelea o..., no olvidenlo, más bien en cualquier momento me pregunta eso y yo lo detesto. Preguntas estúpidas.

Cuando preguntas algo así a tu pareja y ambos de verdad se aman, se convierte en una cursi pelea de quién ama más a quién, ¿no? así que si ambos lo hacen y sienten no será tan molesto.

En mi caso es completamente diferente.

Consideremos que Claire nunca me hizo preguntas así. Ella creía en mi. Y volvemos al tema de lo idiota que soy por haberla dejado.

—Aarón responde.

—Déjame, quiero descansar.

—Responde mi pregunta y me voy.

—No lo sé.

—Aarón, responde...

—Ya lo hice.

Me miró incrédula y salió del departamento golpeando la puerta. Respiré hondo. Bien, ya se fue.

Me levanté del sofá, vi el vino tinto y las copas en la mesa. Me acerqué y tomé la botella, odio el vino tinto; camino hacia el fregadero y lo tiro todo, fui por las copas e hice lo mismo para después tirarlas a la basura.

Con Claire podría brindar en tazas y sería jodidamente feliz.

Recordé las palabras de Kim... no me importaba en lo absoluto si Claire estaba con alguien más. En la guerra y en el amor todo se vale.

Y nadie le gana a Aarón Flint.

...

De mala gana me levanté de la cama, eran las 11:37 a.m, y no dejaban de tocar mi puerta.

—Si, si... ya voy —grito exasperado y aún un poco dormido. Abrí la puerta. Era el imbécil de Owen—. ¿Por qué demonios me despiertas?

—¿No puedo visitar a mi hermano favorito? .—me hizo a un lado y entró. Cerré la puerta.

—Soy tu único hermano idiota.

—Lo sé, lo sé.—abrió el refrigerador y sacó un bote de jugo de durazno ya por terminarse y bebió directo de el.

Así somos los hermanos Flint.

—Iré a Texas a buscar a Claire —confesé de repente.

Owen comenzó a ahogarse con el liquido y escupió éste mismo.

Respiró profundo y limpió su boca con la chaqueta.

—No me jodas Aarón, ¿Para qué?, mamá te va a matar, no te creerán si dices que vas a visitar a los abuelos.

Sí, buen punto.

—Puedo decir lo mismo que dije a Daphne sobre una conferencia de medicina. Y para que me crean, tú irás conmigo.

—Ésta es una mala idea. Y yo tengo poco que fui a Berryville.

—Ya cállate y di que si Owen. Te gusta visitar a los abuelos.

—Está bien. Aunque sigo pensando que es horrible tu idea.

—Hay que comenzar a hacer las maletas hermano. Nos vamos a Berryville.

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