Capítulo 3

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Hemos llegado al taller de carrocería donde está mi auto en reparación, miro mi reloj de pulso y marcan la nueve y cuarto, ¡Dios! mi padre me matará no le gusta que maneje a altas horas de la noche por la carretera que lleva a nuestra finca. Emilio estaciona su Audi, y yo suspiro fuertemente; hasta aquí llegó la maravillosa noche con este chico. El amigo de Emilio espera por nosotros con cara de pocos amigos, ¿Y quien no estaría molesto? si el chico dijo a las nueve y ya casi pasan de las diez.

─Gracias Emilio, fue un placer conocerte. ─abro la puerta del coche para bajar pero él me sostiene del brazo y me jala hasta él, nuestros rostros quedan muy pegados puedo sentir su respiración agitada en mis labios. Mi corazón martillea a toda prisa siento que se saldrá de su lugar.

─El placer fue todo mío bonita espero y algún día nos volvamos a ver. ─susurra muy cercas de mis labios, su aliento cálido acaricia mi rostro causando miles de sensaciones en mi interior. Por inercia me separo y bajo de su coche, con las piernas temblorosas me dirijo hasta el chico furioso del taller. El coche de Emilio sigue en el mismo lugar con el motor encendido y las farolas, él no ha bajado del vehículo puedo sentir su mirada enigmática por entre el cristal.

─Una enorme disculpa tuve un contratiempo espero y perdone mi falta. ─me disculpo con el chico a lo que él sonríe, me entrega las llaves de mi jeep.

─Tienes suerte ya estaba por irme, aquí tienes las llaves de tu auto y a la otra procura no cruzarte con este idiota, mi amigo tiende a ser un poco despistado. ─asiento con un movimiento de cabeza y tomo mis llaves de sus manos.

─Gracias por todo. ─me dirijo a mi coche aún con las piernas temblorosas por lo que acaba de pasar hace unos momentos. Me monto en mi jeep y pongo en marcha el motor, paso de largo por un lado del coche del chico tan atractivo que conocí hoy. 

No se puede ver nada hacia el interior por lo obscuro de sus cristales, solo mantiene las luces led encendidas, el auto tiene el mismo aire de elegancia que el chico de los ojos negros. En mi vida me imaginé que conocería a alguien tan cautivador como Emilio, que con solo rozar su mano en mi piel me causo sensaciones que nunca antes sentí y, lo más curioso de todo es que este incidente quedará guardado en mi memoria como un vago recuerdo del chico misterioso que un día conocí.

Enciendo el reproductor de música de mi auto comienza a sonar en los parlantes la canción "This Blunt" The Ayzha Nyree.. El sonido de la canción me relaja, me aclaro mi mente para no pensar en este día tan loco que pasé. Me adentro a la carretera que me llevará directo a la finca, mientras tanto disfruto del viaje y me sigo deleitando con la música de Ayzha Nyree a todo volumen.

Pasada una hora llegó hasta el gran portón de la finca de mis padres, pulso el botón del mando y se abre, me dirijo dentro no sin antes esperar antes que cierre nuevamente los portones. A lo lejos se observa la gran Hacienda propiedad de mis progenitores, el camino empedrado que lleva hasta la casa es bellísimo, está compuesto de rosas blancas y enormes árboles es un lugar mágico. Mis padres están en casa ya que puedo observar las dos camionetas último modelo aparcadas.

Me he estacionado el jeep a un lado de la camioneta blanca de mi madre, apagó la música y el motor tomo mi bolso y bajo, pongo la alarma y me encaminó dentro de mi casa. Abro la enorme puerta de madera color caoba y lo primero que observo es a mis padres furiosos, esperando por mi.

─¡Renata! ¿Se puede saber dónde andabas? nos tienes con el alma hecha un lío.─ pregunta mi madre demasiado molesta, miro a mi padre y él se encuentra de espectador no dice nada..

─Lo siento mamá, yo avise que llegaría un poco tarde me quedé haciendo tarea con Helena, el tiempo se me fue. ─les miento y es la primera vez que lo hago y realmente me siento muy mal por ello. Mi madre me tira dagas con los ojos y no puedo evitar sentirme mal, es mejor si les hubiese contado la verdad y el por qué de mi demora. Mi madre suaviza su mirada, viene a mi y me envuelve en sus fuertes brazos.

Mi Imposible AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora