Capítulo 4

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Es viernes y las clases han pasado, toda la semana me pase pensando en ese famoso viaje a la playa, ya que estaría bien salir a respirar nuevos aires conocer nuevos lugares. El día de ayer estuvo un poco épico; ya que fue Helena a pedir permiso a mis padres y después de suplicar tanto accedieron a que me quedé en casa de mi amiga el fin de semana para la supuesta fiesta de su hermano imaginario pero; con la condición que regrese el día lunes después de clases a casa, no quieren que maneje a altas horas de la noche por la carretera ya que es muy peligroso. 

─¡Lista amiga! Esteban me ha llamado y dice que ellos están llegando a la casa en la playa, que ya esperaran por nosotras él ha llevado a nos amigos así que no te vas a enfadar. ─menciona subiendo y bajando las cejas picarona.

─Perfecto ya no me siento tan mal de saber que no estaré sola, he traído mi equipaje para tres días. ¡Aún no puedo creer que mis padres me dejaran salir por todo el fin de semana!. ─grito emocionada, nótese el sarcasmo.

─Hablas con la experta nena, ¿Qué te parece si pasamos a mi casa y dejas tu auto allá?. ─sugiere mi amiga y me parece excelente idea así no tendré que viajar en el Jeep de papá.

***

Después de dejar mi auto en casa de Helena hemos tomado la carretera que nos queda mas cerca. A donde los padres de Esteban tienen una casa en la playa, él decidió festejar su cumpleaños ahí así que aquí vamos.

Enciendo el  reproductor de música  del coche, la canción de Rauw Alejandro y Selena Gómez comienza a soñar por los parlantes del coche. Mi amiga se nota por primera vez feliz ya que sonríe como nunca la había mirado hacerlo, además de que sabe; va a mirar a ese chico guapo que se a ligado en la fiesta de Katy. 

─¿Te puedo preguntar algo? solo sé sincera. ─mi amiga asiente con la mirada puesta en la carretera, le bajo un poco a la música para que el momento tenga más seriedad.

─Si seré lo más sincera que pueda, solo no me preguntes si he hecho las poses del Kama Sutra por que la respuesta es no. —esta mujer es imposible me he colocado como un tomate me apenan esos temas. —Renata ¿Qué te preocupa o que quieres saber? esa mirada tuya la conozco. ─dice mi amiga sonriendo.

─¿Qué pasó entre tú y Simón? ya no me has invitado al bar a beber unos tragos contigo como antes lo asíamos. ─ mi amiga resopla pero continúa con la vista sobre la carretera.

─Él un día me confesó que estaba enamorado de mi. ─sus palabras me dejan anonadada, no puedo imaginarla con Simón son muy diferentes.

—¡Qué, cómo cuándo? ─la interrumpo, de verdad que estoy sorprendida.

─Sí así como lo escuchas, yo le dije que solo lo miraba como un amigo, más que eso como lo semejante a un hermano. Prometió que nuestra amistad seguiría siendo la misma bebimos y bebimos, una cosa llevo a otra a pesar de la distancia que habíamos puesto entre los dos y... no se, pero terminamos en la cama. Al siguiente día juramos que haríamos como que nada pasó que nuestra amistad continuaría siendo la misma. ─ahora entiendo todo las miradas que ellos se daban no era cualquier cosa, o cuando mi amiga llegaba con algún chico Simón se notaba molesto el resto de la noche. 

─¿Y cuál fue el problema si lo solucionaron como dos adultos maduros?. ─ 

─Realmente no sé lo que me pasó pero te confieso, eso que pasó entre los dos me dejó shockeada. ¡Me gusto Renata! así como lo escuchas así que decidí retomar el tema y darnos una oportunidad. ─ resopla y continúa. —Yo si quería algo bien con él, no se si lo era por sexo o había algo más.

─¿Se lo dijiste?. ─

─Fui a su apartamento al siguiente día en la noche, ya que ese día no abrió el bar por ser lunes, no llamó en todo el día ni un mensaje. El caso es que toqué a su puerta y una chica morena abrió, estaba desnuda solo la cubría una sábana me sentí desilusionada al instante. Ella me dijo que si para que lo buscaba que ella era su novia de años que acababa de volver de Estados unidos. ─ 

Mi Imposible AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora