Se llega el domingo y con ello la triste despedida de este maravilloso lugar miro la mansión una vez más, para centrar toda mi atención en la conversación que se está llevando a cabo frente a mis narices de la cual he estado ajena por estar perdida en mis pensamientos. Esteban quiere que Helena se vaya con él en su auto. Por lo que me va a tocar conducir en soledad por varias horas hasta su casa, hemos llegado a la conclusión de que nos iremos en caravana ya que Rodrigo también ha traído su auto. Emilio se encuentra recargado sobre la parte trasera de su auto con la mirada perdida en mi, la rubia aún no ha salido de la casa así que puedo regalarle miradas y medias sonrisas que el me corresponde de igual manera. Tengo una sensación de vacío en mi pecho ya que no se cuando lo volveré a mirar. Yo ya he subido mi equipaje al coche de mi amiga Helena.
—Es triste alejarse de este lugar ¿verdad Renata?. —Rodrigo viene a mi lado y se recarga sobre el auto de Helena. Este chico es muy guapo no cabe duda pero ciertamente para mi no es mi tipo, a lo que asiento a su pregunta mirando la enorme fachada de la mansión, el mar se puede observar desde aquí.
—Así es Rodrigo me ha encantado este viaje y conocerlos a ustedes realmente son muy agradables, lastimosamente se fue muy aprisa este finde. —suelto un suspiro.
—Podemos ser amigos y quizá alguno de estos días podemos salir a tomar un café. ¿Qué te parece?. —en realidad Rodrigo me ha caído muy bien a lo que acepto ser su amiga, aunque lo del café me parece una grandiosa idea un amigo más.
—Me parece perfecto. —Rodrigo asiente emocionado Emilio posa sus ojos negros sobre mi, puedo notar que aprieta los puños y muerde su labio para mi buena suerte nadie lo nota, mueve la cabeza en negación y a los segundos sale de la casa la rubia despampanante moviendo exageradamente sus caderas.
—Ya era hora de irnos de este lugar Emilio, necesito ir al salón de belleza necesito con urgencia un pedicura, este no es lugar para mí. —habla con su irritante voz chillona su mirada no pasa desapercibida llena de odio hacia mí, toma la mano de Emilio y deposita un beso en sus labios para nuevamente mirarme de reojo, Rodrigo pone los ojos en blanco y resopla.
—Renata ¿Qué te parece si me das tu número telefónico para coordinar nuestra salida?.— Rodrigo mira a Emilio este le regala una media sonrisa cargada de odio y, yo para hacerlo enfurecer más asiento, le paso mi número y él lo anota en su móvil.
***
Después de varias horas de camino lluvioso porque sí, ha caído una torrencial lluvia por todo el camino a Guadalajara, decidí escuchar los éxitos de Caifanes nada más relajante. Emilio ha venido detrás de mí todo en todo momento lo miro por el retrovisor... bueno, al menos su coche ya que los vidrios están tintados de negro.
Dos horas después al fin llegamos a la casa de Helena, ellos bajan del coche de Esteban, un Audi serie S color negro es bellísimo ese deportivo. Emilio estaciona su Audi A5 deportivo detrás de mí y bajan del coche, mi Jeep que no es nada ostentoso está aparcada justo a un lado de su coche.
—Bien chicos solo me queda dar las gracias por que la pasé genial, fueron las vacaciones de mi vida —les hago saber aún emocionada Emilio está recargado en el capó de su coche con las piernas cruzadas y las manos sobre su regazo, luce tremendamente atractivo el condenado. Se ha vestido con un vaquero de color negro una camiseta polo manga larga del mismo color y sus tenis Nike negros, el condenado luce apetecible. Su novia la rubia trae unos simples shorts en color gris y una blusa blanca a pesar de que el clima está fresco. Emilio por su parte no deja de observarme de pies a cabeza. ¿Será por mi atuendo que me he puesto esta mañana? me he colocado un vestido gris a rayas blancas que me llega a los muslos lo he combinado a juego con una cazadora de mezclilla, mis Nike blancos y un pequeño bolso de color café, mi cabello lo he agarrado en una coleta alta.
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Mi Imposible Amor
RomanceDos familias, una vieja disputa, dos jóvenes entre la espada y la pared.