La noche ha caído y por ende los chicos ya han de estar en el lugar ya que pasan cinco minutos de las ocho de la noche. Con cautela salgo de mi habitación evitando hacer ruido Karen espera por mi en las caballerizas ya se ha llevado lo necesario.
—¿A donde se supone que van Renata?. —me sobresalto es mi madre, se encuentra recargada en el marco de la puerta de la cocina de brazos cruzados.
—Iremos Karen y yo a pasar un momento a la pradera necesito pensar. —respondo cortante.
—Renata necesitamos hablar, mira tu padre no es así necesitas perdonarlo. —siento mi sangre hervir de rabia así que le doy la cara a mi madre.
—Así cómo ¿un maldito salvaje? —Trato de tranquilizarme pero el coraje me sobrepasa. —¿Qué acaso estás ciega? ¡Ese salvaje casi me mata a golpes! ¿y tu que hiciste? nada... absolutamente nada así que déjame en paz. Además de que le has permitido que nos deje sin móvil ni internet, ya no soy una maldita niña a la que puedan controlar. —
—Hija tu padre tiene mucho odio a esa familia es por eso que no quiere que tu pases por lo que él. —trata de excusarlo pero nada me hará cambiar de opinión.
—Y ese no es mi problema ¿sabes lo que va a pasar? que nos vas a perder madre por que ¡ya no me considero hija de ese señor así que por favor déjenos pasar una noche tranquila a Karen y a mi. —sentencio y salgo de la casa como alma que lleva el diablo, no le doy oportunidad de protestar.
Mi hermana me espera con Luna, la sostiene de la rienda al mirarme mi yegua relincha de alegría voy hasta ella y pego mi frente con la de mi Luna.
—Hola mi pequeña ¿Cómo has estado?. —dejo un beso en su cabeza ya que se ha inclinado un poco. —¿Estás lista Karen para esta maravillosa velada?.
—Si Renata me hace mucha ilusión poder pasar una noche contigo y tus amigos además de que mañana es una fecha importante para mi. —dice y pronto lo recuerdo.
—Lo sé hermana mañana es tu cumpleaños y nada mejor que celebrarlo esta noche, sé que no te hable del tema antes debido a lo ocurrido con papá no lo había recordado. —
—Lo sé hermana pero lo importante es que estaremos juntas antes de que estalle la bomba el día de mañana. —
No pienses en eso ahora trae la escalera para ayudarte a subir a Luna si no jamás llegaremos. —mi hermana así lo hace y guardo las cosas en una bolsa que trae luna sujeta a la montura y ayudo a mi hermana a subir a mi yegua, se sienta de lado y yo me monto. Emprendemos el camino y al salir de las caballerizas el frío aire nos da de lleno en el rostro.
—Está un poco frío Ren, pero mira las estrellas en el horizonte lo compensan todo. —habla mi hermana con emoción, mi yegua va a paso lento ya que no podemos ir mas a prisa por el embarazo de mi hermana.
—Lo sé la naturaleza es bellísima, al igual que el universo y todo lo que nos rodea, a veces me pregunto si nuestra vida fuera diferente. —seguimos enfrascadas en la charla cuando menos pensamos ya estamos frente al rio que debemos de cruzar a lo lejos se mira una pequeña luz de seguro ya han encendido una fogata lo chicos.
—Nuestra vida fue linda hasta hace días atrás mi padre se ha vuelto totalmente loco y lo más irónico es que el destino me cruzo en el camino de Emilio, siendo él un Montenegro los archi enemigos de nuestros padres, pero lo que más me llamó la atención es que la señora Montenegro se porto bien conmigo.
—Si me di cuenta hermana tal vez ella sea la única que apoye a su hijo y apruebe su relación. —me deja pensando por un momento, cruzamos el rio y llegamos hasta el campamento de los chicos.
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Mi Imposible Amor
RomanceDos familias, una vieja disputa, dos jóvenes entre la espada y la pared.