POV: Emilio
Miro hacia la ventana de la recámara de mi hijo y ahí está ella con la mirada perdida en la nada, la observo por unos minutos deleitándome de su belleza aún se me hace imposible que la volví a mirar Renata es para mi ese amor de universidad que no puedo olvidar... Mi primer amor con ella sentí el mundo diferente que con sólo una sonrisa y mirada suya me colocaba el jodido mundo de cabeza.
Con el abandono de mi bonita mi vida cambio para mal, me sentía desolado, devastado y por no decir que cada jodido día que pasaba anhelaba mirarla y que me escuchara sólo una vez. Pero eso no nunca sucedió y viví en automático dejé que el mundo rodara perdido en el alcohol, todas las noche lloraba a su maldito recuerdo que no me dejaba vivir, mirando sus fotos abrazado a la almohada. Ese departamento me hacia mal por que no había rincón que no me recordara a ella.
Miro a Renata a la distancia hasta que se va, llega un texto a mi móvil desbloqueo la pantalla y es Rebeca dejándome la dirección del hotel donde pasaremos la noche, argumenta que ella ya se encuentra esperando por mi que quiere una explicación. Y es tan lógico el viaje que supuestamente era para que ella conociera a mi madre y con todo lo sucedido me enfoque en esto; en seguir a mi bonita necesitaba aclarar lo que quedó inconcluso en mi vida para poder continuar.
Ciertamente Rebeca es una mujer que todo hombre pudiese desear, tiene un cuerpo que a cualquiera vuelve loco y, que decir de su personalidad realmente es comprensiva, detallista y cariñosa a lo menos es lo que me ha demostrado todo este tiempo. Rebeca esperó un año para que yo pudiese fijarme en ella, poco a poco se fue metiendo en mi vida, en mi día a día hasta que me decidí a darme una oportunidad con ella o más bien ya no quería sentir la sensación de soledad en mi vida.
Pongo en marcha el motor y salgo de la hacienda, me dirijo hasta el hotel que esta situado cercas de la plaza es el único hotel que te da una maravillosa vista de este lugar, las calles están poco transitadas ya que pasan de las diez de la noche. Llego hasta el hotel y estaciono el auto, bajo colocando la alarma con el control de mando, inhalo fuertemente y exhalo Rebeca necesita muchas explicaciones que estoy dispuesto a darle, siento que las merece.
Toco a la puerta y de inmediato mi novia abre, puedo notar su enojo y es comprensible la he dejado botada por ir detrás de Renata dispuesto a enfrentarla.
La sigo habitación adentro se nota su molestia y la comprendo ella solo sabe que Renata existió pero también supo que me abandonó y todo por culpa mía y por mis malas decisiones.
—¿Y bien Emilio cuál es la explicación que me tienes que dar? Te escucho. — va hasta el sillón de una sola plaza que esta situado cercas de la ventana que da a un pequeño balcón, se sienta y me mira atenta. Me recargo contra la pared y no se por donde empezar, la miro Rebeca está descalza y sus ojos hinchados asumo que estuvo llorando, mi corazón se estruja lleno de culpa.
—Antes que nada te pido un disculpa por dejarte así de esta manera, no fue lo correcto y sé que estuvo mal de mi parte actuar así, pero tenía muchas cosas que aclarar para poder continuar y ahora para bien Rebeca. —ella me mira atenta con recelo analizando cada una de mis palabras.
—¿Quién era esa mujer Emilio para dejarme botada de esa manera.? —me riñe sin mirarme a los ojos, su vista la tiene posada hacia el exterior. —¿Es ella verdad la mujer que tanto te hizo sufrir, la Renata de la que tanto me hablaste y por la que tus amigos se mantenían tristes por su ausencia?. —asiento con la cabeza, Rebeca resopla frustrada.
—Tengo un hijo con ella Rebeca, efectivamente la chica de la plaza es Renata ya te lo había dicho. —suelta un suspiro tal vez esa era la respuesta que no quería escuchar, pero yo mitigo sus dudas y sé que quiere preguntar más pero no lo hace por que así es ella, tan comprensiva y callada a la vez.
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Mi Imposible Amor
RomansaDos familias, una vieja disputa, dos jóvenes entre la espada y la pared.