Parte 39: ¿Tu, yo y un asesino? No gracias

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Narra Ellias

Caminaba con tranquilidad a buscar al maldito gato blanco. Calculando la ubicación donde estaba mi bella dama, podía llegar en unos... 5 minutos.

— ¡Pspspspsps!— hacía sonido para ver si aparecía por algún lado. Realmente me molestaba que las cosas no estuvieran en su lugar.

No me trates como un animal, animal

El gato venia de una de las habitaciones de la mansión, se estiraba como si hubiese tenido la mejor siesta de su vida.

—Nos vamos— el gato gruñó fastidiado, por eso le pegué una patada tirándolo contra la pared—. No voy a soportar tu actitud— lo agarré de la piel y lo llevé afuera.

Te van a matar y no seré yo quien lo haga

—No caeré tan fácil. Ahora, llévanos donde estaba el grupo G— sentía el cambio en el ambiente, el gato nos podría teletransportar al menos a cien metros, tendría que hacer eso varias veces hasta llegar a mi hermosa y linda dama.

(...)

Después de unos minutos ya estaba en la zona donde debería de estar un grupo de villanos. El gato apenas llegamos me mordió la mano para que lo soltara y desapareció, cuando lo tenga enfrente lo voy a matar. Caminado un poco me encontré con los malos tirados en el suelo inconscientes. Mi bella dama ya había estado aquí.

Extendí mis hilos por varias partes como si fueran una telaraña para poder sentir cualquier pequeña vibración que hubiera en la zona.

— [Mira a quien tenemos aquí]— escuché muy alto, sonaba a un parlante o a varios.

—Mi querida _____, ya he llegado, nuestro tiempo se acaba y debemos irnos— dije con una sonrisa en mi rostro.

— [Nadie irá con nadie a ningún lado]— habló de nuevo mi dama pero de otra parte, dirección contraria a la de antes.

— ¿Qué?— me dije a mi mismo. Los hilos no encontraban ningún movimiento cercano. Era raro escucharla hablar desde dos sitios distintos.

— [Eres un tonto Thomson ¿crees que vas a venir a mi país a matarme?]—

— [Maldito yankee ¿no sabes quienes somos?]—

La voz se empezó a ser cada vez mas alta y también noté como me llamó, una de las voces no es mi peligrosa rosa, es el vagabundo de pelo morado.

— [[SOMOS HÉROES]]— gritaron y empecé a sentir como el viento se volvía más fuerte y el suelo comenzó a vibrar.

— [Estúpido Rock Lee, te voy a patear el trasero por dañar a mi novio]— habló la que pude definir como la ____ verdadera.

— ¿Rock Lee...?— ahora estaba mas confundido ¿y quien es ese maldito?

Estaba distraído con eso por lo que no pude esquivar ¿una silla?, alguien me había lanzado una silla de uno de los edificios.

— [¡Eso Hitoshi, DALE CON LA SILLA!]— gritó mi dama.

— ¡Ya basta!— grité y extendí los hilos a su máximo para extenderlos por toda la ciudad, que entraran a todos los callejones y pasaran alrededor de los edificios. Después jalé los hilos con bastante fuerza. Todos los edificios fueron cortados y empezaron a caer. Hubo un fuerte sonido de interferencia y luego solo silencio.

Comencé a pasearme por lo que quedaba de las calles, levantaba escombros buscando al desgraciado de Hitisho o a mi hermosa ____. Pues si los dos estaban muertos. Ni modo.

¡La Chica De Los Gatos! [Hitoshi Shinso x Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora