¡La Chica De Los Gatos! [Hitoshi Shinso x Tú]

Parte 40: Hitoshi vs Ellias

Narra Shinso

La pelea debe terminar lo más rápido posible, no tengo que darle la oportunidad de que ataque demasiado, su quirk era suficiente para matarnos. Al parecer _____ pensaba lo mismo porque se veía lista para atacar.

—Ya veo...— dijo el rubio de manera triste—. Enserio no vendrás conmigo, eso es una verdadera lastima...— mostró un rostro triste que de repente cambió a una sonrisa.

— ¡Aléjate!— mi novia se acercó rápido y nos lanzó al suelo, cientos de hilos salieron de las manos de Ellias.

—Entonces no veo más solución que llevarme alguna parte de ti, tendré que llevarme tu cabeza Mi Vida— su rostro mostraba la amabilidad fingida más aterradora.

Con la cinta lo amarré y lo lancé lo más lejos que pude, tenía que ganar tiempo para poder alejarnos. Corrimos a escondernos en unos escombros, de los edificios recién caídos. Tenía una idea de como derrotarlo y era con su propio quirk, si podía golpearlo directamente iba a ser más fácil actuar, la verdad es que Eraserhead es bastante listo y solo por este pequeño objeto que me dio puedo asegurar la victoria.

—Tengo que darle con esto para detenerlo— le expliqué a _____ mientras le mostraba un pequeño objeto rojo.

— ¿Qué es eso?— consultó.

—Se le fue quitado recientemente a un villano, Aizawa-sensei ayudó contra él y esto fue algo que encontró, no lo reportó pero lo guardó— le expliqué mientras lo volvía a guardar en una cajita.

— ¡MI AMADA ROSA!— gritó el yankee, eso me puso los pelos de punta—. NO HEMOS TERMINADO, VEN O TENDRÉ QUE BUSCARTE Y LLEVARTE A LA FUERZA— su voz ahora sonaba desesperada.

— ¿Crees que eso siquiera va a poder hacerle algo?— se veía incrédula.

—Según el sensei, si le hizo daño a un estudiante de tercero— ella solo asintió confiando plenamente en mí—. Quiero que me ayudes a distraerlo para yo poder acercarme desde su punto ciego— puse mis manos... mano... como sea, en sus hombros.

—Como me llegue a morir por tu culpa, voy a buscar cómo revivir y patearte el trasero, ¿queda claro?— a pesar de la amenaza tenía una bonita sonrisa en su boca.

—Claro que queda claro— se rió ante el comentario mal formulado. Me abrazó y salió corriendo hacía el lado contrario al que planeaba dirigirme yo.

— ¡Por aquí Thomson!— corrió siendo seguida por algunos insectos y aves, a la vez que el rubio se dirigía a ella.

Aproveché y empecé a columpiarme con las cintas para buscar un sitio alto, mientras más alto fuera, mejor. Yo no era fuerte, debía de encontrar otra manera de luchar justo como me había dicho Aizawa-sensei. Sabía cómo pelear, con mi mente, tenía que ser más inteligente que el enemigo aunque este fuera un asesino loco del extranjero.