Había una vez una linda princesa que le encantaba cabalgar por los jardines de su reino. Cuando llegaba al palacio saludaba a su madre que siempre estaba rodeada de sus doncellas de compañía y luego iba a darse un refrescante baño en una piscina llena de leche y miel. Después almorzaba para dedicarse a leer sus historias favoritas, pintar o incluso bailar._Que maravilloso es ser una princesa....... Hada madrina, ¿Me convertirías en una?_ preguntó Laura.
_ Jajajajaja- se rieron todos los niños.Esa era una de las rutinas de la princesa, hasta que un día tuvo un sueño muy extraño. En este ella iba hasta el jardín que era en forma de laberinto, y al llegar a su centro, había una fuente con una estatua en forma de ángel con una antorcha en la mano. Al cruzar la fuente y llegar a la escultura, cogía la antorcha y descubría una escalera subterránea, la cual bajaba con cuidado.
El final de la escalera te llevaba a una cueva, llena de pasillos, pero la princesa siguió el principal y pudo escuchar cada vez más fuerte unos golpes de cadenas, como aquel que está amarrado. Solo que semejante sonido produce tanto miedo como curiosidad. Y viendo estas imágenes la princesa se despertó.
_¿Qué es lo que hay al final del pasillo?- volvió a interrumpir la niña.
_Sigue escuchando el cuento y lo averiguarás.La doncella pensó que había sido solo un sueño, pero al día siguiente lo volvió a soñar, y al siguiente otra vez. Hasta que la curiosidad pudo más que ella y después de cabalgar pensando en lo que haría, decidió infiltrarse en el laberinto en forma de jardín. Se pasó un buen tiempo para llegar al centro, pero sentía que podría hacerlo pues ya lo había soñado muchas veces. Y sí, en su centro estaba la estatua con la antorcha y así, la princesa abrió la fuente y entró. Al llegar al final de pasillo se sorprendió por lo que vio, un dragón negro e inmenso estaba durmiendo plácidamente en una roca, sujeto por una cadena gigante.
_Al fin llegas _dijo el dragón que sintió su presencia, y le habló sin siquiera abrir los ojos.
_¿Cómo es que te entiendo? _ ¿Cómo es que puedes hablarme?_ dijo la princesa temblando de miedo.
_No te hablo, me comunico.
_Dijo el dragón abriendo los ojos y levantándose lentamente para no asustar a la joven. La cual salió corriendo, pero después de unos pasos, se paró y regresó al lugar lentamente.
_Eres bastante valiente, pensé que no regresarías por lo menos hasta mañana.
_¿Quién eres?
_Soy el dragón Osiris, un antiguo ser mágico que tu familia ha decidido tener cautivo.
_ ¿Por qué?
Por algo que hice hace unos años atrás.
_ ¿Y qué fue eso?
_Pero que curiosa eres.
_Hay lo siento, es que estoy muy nerviosa e impresionada. No tenía idea de que estos sueños eran reales. De que tú eres real. ........debo estar soñando todavía _dijo entre suspiros y sonriendo.
_ Preguntaste qué hice, te lo diré. ....... Me enamoré de tu madre y juntos tuvimos una hija.
_Ahora sí sé que estoy soñando_ dijo la princesa mientras observaba al dragón detenidamente, como intentando despertar y se fue hasta su castillo.Lo interesante es que jamás despertó, sino que se fue y se dio un baño, almorzó, se quedó en su alcoba pensando y cuando vio a su madre, sintió el impulso de preguntarle pero jamás lo hizo.
Al día siguiente volvió al lugar, pero para su sorpresa se encontró con que su madre allí estaba, entonces ella tuvo que explicarle:
Años atrás el dragón era libre, pero cobraba forma humana cada vez que quería. A su madre también le encantaba cabalgar como su hija lo hace y cuando tenía más o menos su edad, vio al dragón en su forma humana bañándose en el río y se enamoró de él enseguida. Y años más tarde, una princesa nació, pero con el nombre de un rey humano. Como castigo por el atrevimiento, el dragón fue capturado y encerrado en lo más profundo del castillo, y hasta ahora la madre no sabía nada de su presencia.
_Entonces, ¿Soy la hija de una princesa y un dragón?
_ Así es- respondía su madre.
_Esto no puede estar pasando.
_ Lo siento cariño, ya era hora que lo supieras.
_Por eso eres especial- decía el dragón.
_ ¿Por qué?
_ Tú sabes por quéLa princesa subió la mirada hacia el dragón, y entendió por qué tenía ciertas habilidades especiales, cosas que le pasaban con las plantas, los animales, todo a su alrededor. Por qué sentía que podía manejar la brisas cuando quisiera, o veía en sus sueños cosas que pasarían. Era la magia del dragón, que llevaba en sus venas.
La reina dejó a la princesa para que hablara con su padre, pero esta hizo mucho más que eso, buscó la forma de liberarlo, y cuando lo logró, este se convirtió en su forma humana, abrazó a su hija y juntos salieron de la cueva, para despedirse hasta la próxima vez que se volverían a ver.
_¿De dónde sacas tantos cuentos hada madrina? ¿Has leído muchos libros?
_Sí, he leído unos cuantos. Pero las historias que les hago, al menos la mayoría, son de mi propia vida.
_Ahhhh! ¿Tú eres la princesa?- dijo Dolores.
_Lo fui, en una de mis vidas pasadas. Así fue como comenzó todo. Por eso llevo la magia en mis venas.
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Cuentos del Hada Madrina
FantasyFlora es un joven hechicera que salva a unos niños de una bruja de magia de negra, convirtiéndose en su Hada Madrina. Y es así, noche tras noche, ella los visita y les cuenta historias para dormir. Cuentos de hadas, dragones, brujas, princesas y ca...