ELLA ES EL PECADO HECHO MUJER Y
EL PECADO DE ÉL DESEAR A QUIEN NO PUEDE TENER.
Samantha es la dueña del corazón de uno de los Mafiosos más poderosos en todo el mundo, es una mujer creada por el mismísimo diablo porque toda ella representa el pecado...
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Brenet aún no baja la mirada de la cara de Caleb, él no sabía en lo que se estaba metiendo ni con quienes lo hacía, pero yo sí. tenía que solucionar esto antes de que se salga de control.
- Brent - susurro llamándolo.
Él se gira para mirarme aun con postura defensiva.
- Él no me hará nada, lo conozco - le aseguro, aunque dudo de lo que digo.
Hago a un lado a Brenet y camino hacia Caleb pasando cerca al cuerpo del chico que aún está en el suelo con la cara destrozada, vuelvo a mirar a Brenet que luce algo lastimado al rechazar su protección.
- ¡Samantha! - exclama Caleb evaluándome - no deberías asistir a este tipo de lugares, Bastián mataría a quien te trajo a este lugar.
- ¿Dime a quien no mataría Bastián? - el me ofrece su abrigo.
Me cubro con él mientras busco con la mirada a Brenet que había desparecido nuevamente entre la gente, no dejaría que haya más muertos por mí.
- En eso tienes razón, mi hermano es un imbécil - Caleb sonríe.
- ¿Lo mataste? - le pregunto con el corazón exaltado y la mirada fija en él.
- Para tu mala suerte mi querida Samantha, no, no lo hice - él ordena a sus hombres a que se alejen de nosotros.
Caleb se para en seco y me ofrece un pequeño pañuelo para limpiarme la sangre, Caleb y Bastián eran hombres muy atractivos casi perfectos, sabía que tenían un gran parecido por su padre, pero ellos eran medios hermanos, Caleb fue el hijo bastardo que tuvo el padre de Bastián con una mujer que conoció, pero no conozco más de la vida de Caleb es tan misterioso como amable, su apariencia podía engañar a cualquiera, pero no a mí, sabía que él manejaba parte la mafia de Bastián, ya que no era hijo legitimo del matrimonio de su padre así que Bastián no encontró mejor cosa que aprovecharse de eso para usarlo y mantenerlo a su sombra, pero algo me decía que Caleb estaba cansado de eso.
- Pero no hablemos de mi hermano querida - él mira hacia un grupo cerca de nosotros y en donde se encontraba Brenet observándonos.
- Caleb, no es lo que piensas.
- ¿Qué podría pensar yo?
- Sé que Bastián es tu hermano - el temor se apodera por completo de mí.
- Y que también es un imbécil - me responde él riendo.
- Brenet solo me protege - sabía que mis justificaciones no bastaban.
- Sé que te acuestas con él Samantha - mi corazón se detiene al escuchar sus palabras - mis hombres los siguieron y está de más decir que me contaron lo que vieron en la carretera.
