ELLA ES EL PECADO HECHO MUJER Y
EL PECADO DE ÉL DESEAR A QUIEN NO PUEDE TENER.
Samantha es la dueña del corazón de uno de los Mafiosos más poderosos en todo el mundo, es una mujer creada por el mismísimo diablo porque toda ella representa el pecado...
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Mierda digo mirando la hora, cierro los ojos al sentir como la morena que tengo arrodillada en frente a mi chupa más fuerte mi pene, ella traza círculos con su lengua haciendo que la tome por él cabello, a este punto me falta mucho para terminar, pero no podía demorarme más, la morena lleva una de sus manos para tomar mi miembro entre sus manos y sacarlo de su boca, clava sus ojos en mi mirándome seductoramente, le sonrió por la mamada que me está haciendo, mientras pienso como sacármela de encima ya, pero antes de que pueda decirle algo ambos escuchamos la puerta abrirse.
- ¡Mierda! ¿es una broma? - pregunta Max entrando y mirándonos.
La morena se limpia los labios y se pone de pie pasando por el lado de mi amigo, que aún sigue mirando hacia el techo.
- Podrías por favor - dice señalando con su mano hacia mi entrepierna - la verdad no sé cuántas veces te he visto ya el pene.
- Es sorpréndete lo sé - digo riéndome a carcajadas y orgulloso.
Él se acerca a mí y me pasa un sobre, lo abro y veo un montón de dinero.
- Tienes que ganar esta pelea.
- ¿Cuándo he perdido? - pregunto burlón.
- Luego de la pelea tienes que conocer aún imbécil obsesionado con tus peleas.
Espero que me diga algo más, pero no, volteo a mirarlo ya con mis pantalones puestos, él se queda callado y con la mirada perdida.
- ¿Pero qué te pasa? - me miro hacia él espejo reviso las vendas de mis manos
- ¿Crees que los ángeles existan? - pregunta él
- ¿Qué mierda te metiste hoy? - le contesto riendo
- Acabo de ver a la mujer más malditamente hermosa de toda mi vida - él dibuja en el aire una figura
Me acerco hacia él empujándolo y sacándolo de sus pensamientos.
- Vamos - salto de un lado al otro
Caminamos ambos por los pasillos y escucho como todos afuera animan y gritan haciendo ruido y la adrenalina que sentía en mi cuerpo se dispara haciendo que me ponga como un animal.
Al otro lado escucho como me presentan, dicen mi nombre y todos estallan en gritos, Max a mi lado camina a mi lado, mientras levanto los brazos y saludo a todo mundo una que otra chica me jala tratando de tocarme, tenerlas no se me hacía difícil.
Veo frente a mí el ring y a mi contrincante sabía que era una de los veteranos, tenía muchas victorias seguidas así que su confianza era más que obvia, pero yo solo reía porque sabía que sería un juego para mí. Subo hacia el ring y me muevo calentando un poco, mi contrincante me mira mientras habla con sus entrenadores y ellos me señalan.
Max me pasa la voz haciendo que le preste atención.
- Desde allá te verán ellos - señala aun apartado por encima de toda esta gente que esta como loca
