CAPITULO 18 - DESEO

94 15 2
                                    

No me arrepentía de las cosas que había dicho, no lo haría así Bastián me diga que me matara ahora mismo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No me arrepentía de las cosas que había dicho, no lo haría así Bastián me diga que me matara ahora mismo.

Estaba harta, estaba cansada de que Bastián me tratara así, estaba llena de dolor al no ver a mi pequeño hermano, por su culpa nunca pude despedirme de mi madre, ni puedo ver a mi hermano, a la única persona que me quedaba en este mundo de mierda.

Forcejeaba con Bastián para que me soltara, pero su agarre era demasiado duro.

- ¡Suéltame! – grito arañándolo.

El me jala con fuerza tirándome contra el suelo, mi cuerpo se golpea contra el frio y duro suelo y comienza a dolerme, pero más me dolían las punzadas que sentía en el pecho.

- ¿¡Quieres morir!? – grita él, desprendía agresividad – ¡maldita zorra!

Patea una de las mesas de vidrio que había cerca a él haciéndola volar hacia otro lado.

- ¡Como te atreves a humillarme!, ¡Como te atreves a humillar a quien te tiene como reina! – se acerca a mi con ira en los ojos.

- ¿¡Como reina!? – grito encarándolo – es una puta prisión, estoy harta de ti, solo quiero saber donde esta mi hermano. ¡Dimelo!.

- ¿Tu puto hermano? – su cara se contrae de rabia – lo veras en una tumba, ¡entiende!

Me levanto adolorida, pero sin miedo a Bastián por primera vez en toda mi vida, me acerco a él y no me tiembla la voz al pronunciar ni una sola palabra.

- Entonces mátame ya – él me agarra del cuello con fuerza - ¡Mátame!

- ¿Tanto odias estas conmigo? – pregunta él mirándome a los ojos.

Su agarre se afloja un poco para poder hablar y aprovecho eso para poder empujarlo con fuerza y alejarlo de mí.

- Te odio Bastián, ¡todo tu ser me da asco!

- Lo siento por ti, porque tendrás que aprender a vivir con eso, porque no pienso perderte nunca, aun estando muerto te llevaría conmigo.

Sus palabras me dejan sin aliento y siento ganas de vomitar, mi vientre se contrae y me tapo la boca por las ganas de que siento de hacerlo.

Hoy día había al verdadero ser que era Bastián, conocí al diablo en persona y me dolía tanto el daño que sus palabras me causaban porque se clavaban como cuchillos en mi corazón, dejando heridas que no cicatrizaran en años, tal vez nunca.

Un golpe en la puerta hace que me voltee a mirar, pero aún sigue cerrada. la puerta se hace a un lado abriéndose de manera agresiva forzada desde afuera y aparece Brenet hecho una furia, sus ojos por un segundo se conectan con los míos y veo desesperación en ellos, pero también veo fuego en ellos. Al minuto siguiente corre furioso hacia Bastián y se le abalanza encima.

DESEO LETALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora