CAPITULO 26 - MORIR POR ELLA

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MORIR POR ELLA

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MORIR POR ELLA

Parecía que había valido la pena el maldito esfuerzo de haber puesto esta ropa al ver como todas las mujeres y los presentes me voltean a ver, pero la mirada que más quería ver era la de ella y sabia que sin duda había quedado fascina al verme su expresión la delato ni bien aparecí en la entrada.

Algunas chicas me sonríen y les correspondo a su coquetería con una que otra sonrisa, evaluó a los presentes y a mis amigos que están aun un poco lejos de mí, uno de los mozos se acerca a mi y tomo una de sus copas tomándola rápidamente para tener mantener el valor con el que llegue acá.

Trataba de evitar la mirada de la anfitriona de la fiesta a como dé lugar, no podía cruzarme con ella o no podría mantener la compostura, una sola mirada al entrar, unos solo segundos casi destruyen mi decisión, pero debo mantenerme firme ante esos ojos negros que me embriagan como si de la oscuridad más tentadora se tratara y de esos labios tan rojos y dulces que pueden hacer perder la cabeza a cualquier hombre.

- No creí que aparecerías – Max aparece a mi lado.

Va vestido de traje y con el cabello arreglado con esmero, podría decir que ambos pasaríamos casi desapercibidos por la gente que esta acá como uno de ellos.

- Me anime a último momento – bebo más vino.

- Ambos sabemos que las fiestas como estas no son tu fuerte.

- Tal vez ahora lo sean, tengo mis motivos.

Antes de que pueda marcharme a buscar platica con alguien más que no sean sermones, Max me detiene y fijo mi vista en su mano sobre mi hombro.

- Ten cuidado. Esta gente no se anda con juegos – pero ahora es el quien se marcha.

¿Creía que no lo sabía?

Sabia que todos estos hijos de puta están forrados en plata y en sus mierdas ilegales, que si miro mal alguno de estoy imbéciles más arrancarían la cabeza.

Me paseo por el lugar viendo a la gente hablar y apreciar las mujeres que están bailando con esmero en los tubos y tarimas, estas mujeres veían a los presentes como presas a las cuales sacarles dinero así que se movían sacando sus mejores pasos, mi yo de antes me dice que me lleve algunas de ellas y me las folle, pero paso de esa idea.

¿o tal vez no?

Veo un pequeño mueble desocupado y tomo asiento, para mi beneficio la tarima da justo enfrente del mueble en el que estoy, una de las chicas nota mi presencia y camina de la manera más sexy hacia mí, contonea sus caderas como si llevara un ahora en la cintura moviéndolo con ritmo, tiene el cabello largo y juega con el acercándose a mí, se agarra del tubo y comienza a bailar alrededor de el, sube y se baja resbalando por el con facilidad. Me desabotono el traje y estiro los brazos apreciando el baile de aquella chica que no conocía.

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