CAPITULO 20

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SOMBRAS

- ¿Desea algo más? – pregunta el chico que me atiende

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- ¿Desea algo más? – pregunta el chico que me atiende.

Lo evaluó por un momento y se que es del tipo de persona que trabaja porque necesita vivir y no ama su trabajo, y claro que lo entiendo, estar atendiendo a puro ebrio en este bar de mala muerte debe ser muy tedioso.

- Busco a alguien – saco mi billetera y le muestro el dinero.

Sus ojos captan mi intención y él muestra su interés.

- Necesito ver a Melior – sé que con solo mencionar su nombre lo reconoce.

- ¿Para qué lo busca?

Vuelvo a poner la mano sobre el dinero que había puesto sobre la mesa.

- Ese no es tu asusto. Ve y búscalo – él me obedece y se aleja hacia los adentros del local.

Mi atención se centra en las mujeres que bailan alrededor de los tubos y comienzas a restregarse contra los invitados que las observan con morbo en los ojos y la mente perturbada, como si solo fueran trozos de carne.

A mi mente viene muchos meses atrás cuando yo bailaba igual y me obligaba a mi misma a prostituirme para conseguir el dinero que necesitaba. Siento como el asco que siento por mi misma sube por mi garganta, pero me controlo al ver como un rostro conocido se acerca a mí.

- Estas muy lejos de casa bonita.

- Melior – lo invito a sentarse.

Melior me observa con curiosidad y se acomoda nuevamente el cabello, para poder sentarse, este tipo no tan alto y de contextura corpulenta estaba hambriento por saber a qué venia.

- ¿Bastián sabe que estas aquí?

- Si lo supiera, ya estuvieras muerto.

- ¿Aun no me olvida he? – sonríe ampliamente, abriendo sus brazos relajado.

- El mismo Melior de siempre – digo tomando la copa de vino.

- Aun no puedes huir de él...

- Para eso estoy aquí – le respondo y él borra su sonrisa.

- Yo no quiero volver a involucrarme con él.

Melior se levanta y se dispone a marcharse.

- Necesito tu ayuda, por favor – pido.

El se detiene en seco.

- No te puedo ayudar.

- Claro que puedes, solo necesito saber que hicieron con mi hermano, ¿dónde lo tienen?

- No lo sé – responde seco.

- Por favor, tú debes saberlo – saco mi dinero y se lo entrego.

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