LAS CALAVERAS
Samantha se había esmerado en molestarme la noche de la peor manera, Max estaba tomando a mi lado celebrando su triunfo mientras no dejaba de mirarme de reojo al ver que mis ojos no se quitaban de ella.
No dejaba de restregar su trasero contra el chico que la tenia por la cintura, mientras él le sonreía y ella solo atinaba a seguir moviéndose contra él.
- Deja de mirarla – dice Max mientras me pone un vaso delante de mi cara.
- ¡Pero que mierda le pasa! – exclamo gruñendo por mi enojo contenido.
- Después de lo que hiciste - da un trago a su vaso – creo que esta celosa.
- Parece una niña – me quejo mirándola – ¿pero cuantos años tenemos?.
- Tu te lo buscaste, que esperabas de alguien como ella – mis ojos se centran en Max – es una mujer que no esta acostumbrada a ser rechazada, menos a ser la segunda opción de alguien como tú.
- ¿Cómo yo? – pregunto enojado.
- Aunque quisieras ser de una no podrías hermano – el me abraza por los hombros y me sonríe – te conozco.
Las palabras de mi amigo me golpean muy en el fondo, no era la primera vez que escuchaba eso de alguien. ¿ella creía eso?.
Pero claro que si ¡idiota!.
Me decía a mí mismo y veía a las dos chicas que tenía al lado esperando la oportunidad para ser folladas por mí, hago una memoria de todas las mujeres con las que he estado y me siento mal al pensar que Samantha puede pensar que seré igual con ella.
Más de una me había gritado que siempre las usaba y luego las dejaba, ¿pero eso no era cierto o tal vez sí?.
- Podrías ya prestarme atención – dice Marisse quejándose.
Ella posa su mano sobre mi mentón tratando de guiarlo hacia su dirección, pero su intento es inútil.
- Marisse te dije que no me acostaría contigo – le digo tratando de no levantar la voz.
- ¿¡Por qué!? – pregunta ella y jala a su amiga poniéndola delante mío.
La pone delante de ella y comienza a bajarle el corto top que trae, Marisse pasa sus manos por los senos de su amiga, la amiga de Marisse que trata de meter sus manos por debajo de mi camiseta para poder tocarme.
- ¡Que no! – grito tomándola de las muñecas.
Las empujo con suavidad haciendo que ambas retrocedan indignadas y peguen un salto por mis gritos.
- ¡Idiota! – grita Marisse.
Mientras su amiga se acomoda el top que no cubre casi nada en ella, Marisse se acerca a mi enojada y se pone de puntitas cuando intenta besarme el cuello, pero no me muevo en ningún momento.
ESTÁS LEYENDO
DESEO LETAL
Teen FictionELLA ES EL PECADO HECHO MUJER Y EL PECADO DE ÉL DESEAR A QUIEN NO PUEDE TENER. Samantha es la dueña del corazón de uno de los Mafiosos más poderosos en todo el mundo, es una mujer creada por el mismísimo diablo porque toda ella representa el pecado...