En una habitación, un bulto se removía incomodo, en un arrebato de insatisfacción tiro la colcha que la tapaba y se enderezó. Ochako no podía dormir, aun cuando su cuerpo le exigía descansar, le ardían los ojos y estaba segura que estaban hinchados de tanto llorar. No había bajado a la hora de la cena, Tsuyu vino a verla para saber y le explicó que no se sentía de ánimo para bajar, su amiga la entendió y le llevo un plato con comida.
Aun así el huracán de sentimientos y esos pensamientos negativos aun le perseguían.
Una parte de ella aun amaba al peli verde y lo que había pasado en la batalla de ese día y aunque se tratara de convencer, le afectaba, porque el claramente recalco lo que ella sabía.
“No eres lo suficientemente fuerte”
Apretó sus manos puños para controlar ese dolor y el enojo que se le formaba al recordar las hirientes palabras de Deku.
Sabía que él no quiso decirlo con malas intenciones pero no quitaba que la lastimo, volviendo a sentir esa distancia que no era un metro sino mucho más, y de solo recordar que lo enfrento esa misma tarde.
Él no la felicito por lo fuerte que se había vuelto.
Solo salto a querer disculparse y rechazarla como era debido.
Quiso gritarle pero, ¿Qué ganaba con ello?, después de ese encuentro le sería más difícil verlo a la cara. Y ahora no sabía qué hacer con los sentimientos que tenía almacenados porque ni llorar disolvía lo que sentía.
Un gruñido se escuchó en las cuatro paredes y la chica se avergonzó de solo oír a su estómago reclamar comida, no quería salir de su coma cama pero tampoco quería desvanecerse por no comer, así que a regañetas salió del reconfortante calorcito de las sabanas y fue hacia la puerta. Estaba oscuro pero rápidamente pudo adaptarse, bajo por las escaleras, el frío que hacia afuera debía de ser mucho ya que ni la calefacción del edificio parecía hacer su trabajo.
Llego a la cocina pero se detuvo al ver la luz desmedida. Parecía que no era la única con hambre, entro, y se sorprendió de encontrarse con él.
-¿Qué mierda haces despierta, cara redonda? – hablo el rubio aun sin voltearse.
-¿Cómo supiste que era yo? – dijo sorprendida.
-Tks, das unos estúpidos pasos suaves tratando de no hacer ruido, ¿Qué quieres perfeccionar tu sigilo? – sonrió burlón aun cuando sabía que ella no lo podía ver – Hasta el cara de pájaro es mejor que tú.
Las mejillas de ella se inflaron en un puchero que desapareció al instante.
-Bakugou-kun siempre nos ha puesto apodos, eso quiere decir que te agradamos, ¿verdad? – noto que su compañero se había quedo quieto – Kirishima-kun y los demás te han puesto también, ¿Qué nombre te podría poner? – hizo como si pensara y rápidamente sonrió al ver que el mayor volteaba.
-¡Ni se te ocurra peda-zo..! – seso en su grito al ver lo que estaba usando la chica, hombros al descubierto, estomago levemente visible y un pantalón demasiado corto, y rápidamente desvió la mirada, maldiciéndose al sentir a su cuerpo más caliente de lo usual – ¡Joder, serás idiota!, ¿¡Qué se supone que traes puesto!?
Uraraka parpadeo confundida hasta que sintió las sangre ir a su cara y taparse con sus brazos su cuerpo y evitando ver también a su compañero.
-¿¡Eres consiente que vives también con hombres!?
-¡Tampoco es que pensaba que me vieran así!
Ambos estaban avergonzados, Katsuki hizo una mueca y se obligó a ser maduro, la miro de reojo y pudo percibir los leves temblores que envolvían el pequeño cuerpo femenino.
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Más Que Amigos© [Kacchako]
FanfictionCon el corazón roto, Uraraka después de ver al chico que le gustaba declararse a otra persona, se sumerge en un rio de angustia. En el camino desolado llega a toparse con la última persona que deseara que la viera tan débil. Pero nunca pensó que aqu...