Capítulo 25

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El cielo cual manto celeste era opacado por nubes grises e impidiendo salir los rayos del sol mañanero. Una brisa fresca fluía acorde al clima haciendo mover las hojas de los árboles y las prendas de ropa que tendía una mujer de cabello corto y rubio. En el interior de la casa los dueños empezaban su rutina, dentro de una de las habitaciones, un cuerpo femenino se removía entre las sabanas de un futon. 

El fresco clima que entraba por la ventana que se encontraba abierta causo que la bella durmiente chica abriera de apoco los ojos, rebelando un marrón nublados por el sueño, al sentir como el frío calaba sus brazos se abrazó en el intento de darse calor.

-¿Qué hora será? – murmuro al notar la mañana nublada. Aun sintiendo frío salió para iniciar el día.

Noto que algo estaba en la cama y no dudo en tomar prestada la ropa, se disculparía con su amiga por tomar su ropa después, agarro los soquetes y la camiseta. Agradeciendo que fuera de mangas largas y la cubriera del frío. Arrastrando los pies hasta salir del cuarto para bajar a desayunar.

Escucho una voz familiar provenir de la puerta del baño que se encontraba abierta. Paso y sonría al ver a cierta peli miel cepillarse los dientes.

-Buen día, Gina-chan – saludo.

-Oh, guen dea – se detuvo al ver pasar a su amiga hasta que la perdió de vista y dejando caer el cepillo de dientes por la sorpresa. Haciéndose presente una gran sonrisa pícara llena de pasta dental.

Mientras la recién despierta Uraraka se guiaba por el reciente aroma al delicioso desayuno que imanaba de la planta de abajo. Bajo la escalera con una gran sonrisa al imaginarse saborear los huevos fritos que se sentía. Una vez se acercó al comedor, noto que los señores Bakugou ponían la mesa junto a el humeante te que salía de la tetera y los sándwiches de huevo y galletas con pan recién salido del horno y un frasco de dulce. Se le hacía agua la boca de tan solo ver los ricos platillos.

-Buen día – saludo contenta. La pareja volteo a verla para corresponder el saludo cuando se quedaron mudos al identificar algo. Mitsuki frunció el ceño levemente y Masaro iba hablar cuando el timbre le interrumpió – Iré yo – se ofreció amablemente y camino de prisa a atender la puerta. La abrió – Bienve – no pudo terminar de hablar cuando fue interrumpida por una vos que conocía bien.

-¿Hija? 

¿¡Qué hacen mis padres aquí!? 

-Am, ¿Papá? ¿Mamá? – no entendía nada - ¿Qué hacen aquí? – estaba feliz de verlos pero jamás espero tal cosa como encontrarlos justo en la casa del abuelo del chico que le gusta.

-Recibimos una propuesta de trabajo y el cliente nos citó – hablo su madre con su característica sonrisa llena de amabilidad. 

¿Cita de trabajo? ¿La casa Bakugo?

Lentamente retrocedió dándoles paso y cerrando la puerta.

-¿Qué es lo que llevas puesto? – el tono serio que uso su padre hizo por alguna razón que un escalofrió le recorriera la espalda y con cierta confusión lentamente bajo a ver la camiseta que tomo prestada para rápidamente notar como le llegaba un poco más debajo de la cadera y las mangas llegaban hasta la mitad de su mano e identificaría donde fuera la calavera en el centro de la prenda.

-Esto…

-Uraraka, Gina dice que tú tienes mi camiseta.

El ambiente si antes era algo tenso rápidamente el silencio cepulcrador se izó notable. Ochako no sabía cómo sentirse, incomoda por la presencia de sus padres o ir donde el rubio a estrangularlo por la vergüenza que la carcomía en ese momento, sentía mucha peso.

Más Que Amigos© [Kacchako]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora