𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 - 𝐀𝐈𝐃𝐀𝐍 𝐆𝐀𝐋𝐋𝐀𝐆𝐇𝐄𝐑

⠀⠀ ♡ 𝐍𝐢𝐞𝐯𝐞

N O T A
Te avisaré más abajo cuándo poner la canción de multimedia.

Narrador omnisciente:

Eran horas altas horas de la noche. Por un lado tenemos a un chico inquieto y ansioso por saber el estado de su mejor amiga, quien últimamente se mantenía distante con el. Tenía miedo de perderla. Y a una chica nerviosa por no saber qué hacer al darse cuenta de sus sentimientos hacia el chico. Tenía miedo de perderlo. Ninguno podía dormir pensando en el otro. Hasta que a uno de los dos se le ocurrió una idea. El chico salió apresurado pero discreto de su casa y caminó unos metros.

REPRODUCE LA CANCIÓN

Tocó la ventana de su mejor amiga y vecina. La chica confundida se asomó por esta, haciendo que a ambos se les forme una sonrisa. Ambos estaban viendo a la persona que más amaban. Pero que según ellos "no debían".

—¿Aidan, qué haces aquí?—preguntó la chica.

—Ponte un abrigo y botas—habló el rápido. Ella dudosa y confusa lo hizo, sonaría algo estupido pero siempre confió plenamente en el. Sabía que su amigo tramaba algo, pero decidió no reprochar. Al terminar de ponerse las prendas faltantes tomó su celular y salió por la ventana donde su mejor amigo la esperaba. Se miraron por unos segundos, a los ojos de ellos eran los seres más hermosos. Cada uno tenía facciones que los volvían locos.

—Señorita _____, ¿me haría el favor?—el chico extendió su mano para luego de unos segundos ser tomada por la chica.

—¿Qué tramas?—rieron.

—Solo...demos un paseo—respondió.

Caminaron unos minutos. El camino blanco, cubierto de nieve. Sus pies hundiéndose en esta. Los copos de nieve caían sobre ellos. Creando un ambiente de película. La noche estaba fría y oscura. Pero levemente iluminada por pequeños faroles. Su cabello y ropa cada vez tornaba un color más blanco. Sus mejillas ruborizadas por la falta de sangre en aquellas. Pero también con un leve ardor por el rose. Sus manos entrelazadas se brindaban calor, el rose de estas provocaba un cosquilleo agradable. Un cosquilleo que te hace estar en paz. Junto a una sensación de estar en casa, con la persona correcta. El lugar perfecto. El ambiente perfecto y la escena perfecta. Todo era perfecto. Hasta creían que no podía serlo más...

—_______—Aidan detuvo el paso.

—Aidan—respondió la nombrada para girar a verlo con una sonrisa. Estaba segura de lo que sentía por él. La reflexión que tuvo en el camino fue suficiente para darse cuenta de que lo amaba.

—_______, creo que estoy enamorado—confesó. El rostro de la chica cambió a uno triste.

—Y...¿de quién?—preguntó.

—De ti _____...te amo—habló con dificultad.

Ella lo vió con asombro y felicidad—Aidan, también yo—respondió.

El sorprendido por no ser rechazado sonrió como nunca. La tomó de las mejillas con delicadeza. Y la besó. Ella correspondió. Se besaron. Un beso que generó un ardor en el pecho, presión en el estómago y miles de pensamientos en el cerebro. No era simple, era uno mezclado con desesperación, amor, paz, delicadeza, ternura, deseo y alegría. Ese beso fue todo lo que necesitaban. Ese beso fue todo lo que anhelaban. Eso beso fue todo para ellos.