Acostumbrada a conseguir lo que desea, ¿Será Destrian otro de sus caprichos o un obstáculo a superar?
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Desde corta edad Regina siempre imaginó su futuro...
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Los primeros días en el castillo de caza habían transcurrido en relativa calma.
A pesar del frío y la lluvia, Destrian y Regina se las arreglaban para mantener a Caryn entretenida, y esta finalmente mostraba un poco de su dulce personalidad hacia Destrian, quien habría creído que agradarle era una causa perdida. La niña disfrutaba cuando Destrian la subía en sus hombros y recorrían el tenebroso castillo en la altura que le proporcionaba este. La parte no tan divertida era quitar las telarañas de la cabeza a la niña.
Al haber menos gente ahí, tenían la libertad de salir de la habitación y pasear, sin cruzarse con nadie. La fiebre no había llegado a aquel lugar recóndito y oculto en las colinas, por lo que no había de que temer. Sin embargo, al estar desconectados del castillo principal, desconocían los estragos que la fiebre causaba ahí.
A lo largo del día, Destrian se preguntaba a sí mismo en innumerables ocasiones si su familia estaba bien, si su padre había enfermado aún más, o si había mejorado, y sobre todo, si la decisión que había tomado era la correcta.
Le gustaba estar con Regina, pero estaba seguro de que disfrutaría mucho más de su escapada si hubiera dejado el castillo en buenos términos, y habiendo resuelto los problemas con su madre.
La peor parte era lo sencillo que era resolver todo esto.
Una conversación sería más que suficiente para acabar con todo, para comprender los motivos de su madre y para resolverlos, pero en sus cartas la mujer continuaba dejando en claro lo mucho que detestaba a Regina, y en lo que estaba convirtiendo a su hijo menor.
Lucille había enviado mensajeros obligando a Destrian a volver, y en ocasiones envenenando su mente, pero este los había despachado de inmediato. Sin embargo, sabían que llegaría el día en que Lucille se hartaría de amenazas y mensajeros, y la tendría a ella en cuerpo y alma en las puertas del castillo.
En lo referente a Regina, la muchacha estaba feliz de que Destrian hubiese confiado en ella, pero no compartía la decisión de dejar el castillo, por mucho que le gustara estar solas con las personas que quería en medio de las colinas. Dejar Adelby les había traído tranquilidad, pero era pasajera. Escapar no harían que los problemas se resolvieran solos, y Regina también temía que incluso estos podrían aumentar. ¿Qué dirían de ella ahora que no estaba ahí para defenderse?
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