Rumores

5.5K 628 193
                                    

Desde los jardines a los pies de su ventana Regina podía oír las sonoras carcajadas de los borrachos que finalmente habían abandonado el gran salón. ¿Se estarían riendo de ella? ¿De lo que acababa de ocurrir?

¿El rumor de que había sido abandonada en su propia noche de bodas ya habría recorrido el castillo? Y peor aún ¿El reino?

¿Destrian se habría burlado de ella abiertamente, o algún sirviente lo habría visto en su huida y esparcido el rumor como la sarna?

Si aquello era malo, la mañana siguiente sería aún peor. Regina tendría que soportar las miradas de lástima y las burlas de todo el castillo. Ya se podía imaginar lo que dirían sobre ella:

"Regina siempre con sus aires de superioridad, y mírala, ni siquiera aquel pecoso fue capaz de soportarla una noche entera."

"Dicen en el castillo que el joven Destrian tuvo que huir luego de que ella se abalanzara sobre él."

"Escuché decir a Lady Lucille que partirán sin la chica."

No, aquello no podía ser, estaba exagerando.

Destrian no podría ir por ahí divulgando lo ocurrido, y menos semidesnudo como lo estaba al dejar la habitación. Sin embargo, Regina no podía confiarse de aquel desconocido. Mañana ella se haría cargo de acallar las voces, y evitaría cada mirada curiosa que se cruzara con la suya.

 Mañana ella se haría cargo de acallar las voces, y evitaría cada mirada curiosa que se cruzara con la suya

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ya cerca del alba la presencia de alguien en la habitación alertó a Regina. Tan solo esperaba que se tratara de Destrian o alguna sirvienta, en lugar de algún borracho que se hubiese extraviado. Afortunadamente, aun bastante adormilada podía reconocer sus livianos y cautos pasos de Destrian.

Lo oía acercarse a la cama y luego volver a la puerta, luego a la ventana y así debió estar deambulando por al menos cinco minutos, hasta que un fuerte estornudo estremeció la habitación.

-Entra en la cama y ya. -Le ordenó Regina.

Fue cosa de segundos cuando finalmente sintió el cuerpo de Destrian entrar en la cama. A través de los centímetros que los separaban podía sentir el frío emanar de su cuerpo.

A pesar del cansancio que sentía por haber dormido apenas un par de horas, Regina se puso de pie en la oscuridad. Conocía bien aquella habitación, por lo que no tardó en ubicar el baúl con mantas y pieles. Cogió la primera que encontró y la depositó sobre el gélido cuerpo de Destrian.

-Perdón por haberme ido así. -murmuró Destrian con la voz temblorosa provocada por los escalofríos.

Regina volvió a su lado del lecho sin proferir ni una sola palabra. Se sentía tentada a dejar su disculpa extinguirse en la oscuridad de la habitación. Seguía molesta y preocupada, y el cansancio no hacía más que empeorar su humor, pero no podía permitirse ser antipática en un momento como ese, y con Destrian al borde de la hipotermia.

Regina (2° Libro de Las Crónicas de Caister) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora