Continuación del Cap. 8

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James se fue un rato después de la llamada de Aydan, el ambiente se torno tenso y el sentimiento de culpa me atacaba cada vez que lo miraba ¡No me gusta ese sentimiento! En resumen: arruinamos el momento. Jamás debí besarlo, lo sé, pero yo y mis impulsos no somos los mejores aliados. No quiero ilusionarlo y tampoco quiero ocultarle cosas a Aydan pero mucho menos quiero confundirme a mí misma. Y es que desde que  James salió de mi casa no hice otra cosa que no fuera pensar en ese beso y en lo bien que se sintió, hasta el punto que olvide cenar. Y a todo esto se le agrega Bride: necesito recuperar a mi amiga.

Llego a HI con exceso de corrector de ojeras, mi pelo recogido en un moño descuidado y mi estomago en un hilo. No quiero ver a James hoy, no quiero ver a nadie. Pero todos me miran a mí, como siempre.

Tomo el ascensor y en este me arreglo mi cabello  soltándolo y peinándolo para que se derrame sobre mis hombros, plancho mi chaqueta y me quito una paja del ojo. Cuando el ascensor llega al piso diez y abre sus puertas salgo de este y me acerco a Bride que está hablando con Justin, el nuevo.

 -Hola ¿interrumpo algo?-

-Sí, estaba hablando con Justin. Compermiso, gracias- contesta ella.

-Hola Srta. Lambert-

-¿Qué tal Justin?-

-Todo bien- responde el, con una sonrisa encantadora, luego pide permiso y se va. Bride resopla y me mira.

-Qué-

-Bride, por favor. No podemos seguir así-

 -Mira, se me hace tarde para llevarle su café al señor Gautier, así que adiós Sunshine- dice y se levanta para irse.

Genial.

Respiro frustrada y me encamino a mi oficina para encontrar trabajo, mucho trabajo de seguro. Dudo que mi día pueda mejorar.

Abro la puerta al tiempo que un fuerte olor a flores me aturde y me marea por un momento, me reubico y descubro que mi oficina ha sido invadida por un verdadero ejército de flores, de  todo tipo, todos los colores y de todos los olores. Y una mariposa que vuela de flor en flor.

-Dios- susurro, sonrojada y con mis ojos vidriosos. Me siento especial, muy especial –es tan hermoso- susurro de nuevo y entro a mi pequeño jardín para verlo todo de cerca; pero esto no acaba aquí, porque parece que asaltaron a Willy Wonka y trajeron todos sus chocolates aquí, y son muchos. También hay algo escrito en la pared con letras de papel: 'Ignora esto, si puedes'... ¿Aydan?, ¿enserio el hizo esto?

Tiro mi bolso donde caiga y salgo corriendo de mi oficina hacia la suya, choco con su puerta y luego la abro, estrellándola en la pared y luego la cierro estrellándola en el marco.

-Uh, cuidado. Son cien dólares más gastos y envío- dice sonriente, oh, jodido estúpido. Corro hacia él y prácticamente me tiro en su regazo, tomo su cuello en mis manos y le doy un beso escandaloso para acurrucarme contra él, Aydan pasa su mano por mi pelo y reparte besitos en mi cabeza mientras lloro como una desquiciada. ¡Son tantas cosas acumuladas!

-Me voy a casar con una loca- murmura él, en vez de consolarme, pero no importa.

-Y yo con un brujo ¿Por qué siempre tienes que hacer la cosa más simple para mantenerme atada a ti?-

-Bien, te lo explicare de esta manera: ¿Qué harías si la última gota de tu sangre se está por drenar?-

-Pues...la atajo para que no se valla- respondo congestionada.

-Exacto- susurra en mi oído y toma mi mentón para darme un beso de los suyos, como un maremoto.

 El se separa de mí y seca mis lágrimas para besarme de nuevo.

One and Only.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora